Rabia en Mallo, marinense e hijo de marinero: "El hermano de un amigo es uno de los desaparecidos del Villa de Pitanxo"
Rabia e impotencia, es lo que siente cualquier persona cuando una tragedia como la del 'Villa de Pitanxo' azota a toda una comunidad tan íntimamente relacionada con el mar y con la pesca como la gallega. Pueblos como Cangas, Aldán o Marín, donde nació Hugo Mallo, han sufrido en sus carnes esta desgracia. Aún no se ha podido rescatar los cuerpos de doce marineros desaparecidos de los 24 tripulantes que trabajaban en el pesquero hundido en aguas de Terranova. Solo tres personas han sobrevivido al peor naufragio que ha sufrido la flota gallega en los últimos 40 años. El Celta de Vigo se unió al dolor de sus familias en un emotivo minuto de silencio. Se sumó al luto oficial decretado por la Xunta de Galicia y portó camisetas homenajeando a la gente del mar.
Hugo Mallo confesó que está muy relacionado con el mar. Como muchas personas nacidas en Marín su familia ha sido marinera, como es el caso de su padre. Por ello sintió con especial pena el naufragio del 'Villa de Pitanxo'. Un barco donde trabajaba un hermano de uno de sus amigos, como recordó el capitán del Celta en una entrevista concedida en El Mundo a Abraham Romero. "El hermano de un amigo es uno de los desaparecidos. Iba en el barco. Duele porque mi padre también se dedicó a hacer ese tipo de mareas, sé lo duro que es y lo que implica", recordó el canterano.
"Sólo con verle las manos a un marinero ya te das cuenta de lo duro que es y de lo que sufren. Es rabia y es impotencia... El saber que perfectamente te podría haber tocado a ti y que no puedes hacer nada con tus propias manos", continuó explicando Hugo Mallo. El celeste confesó que siente "esa es la rabia de no poder buscar, de ayudar, de sumar... Sabemos que son cosas que pasan, que gracias a Dios no pasan a menudo, pero que cuando suceden es una situación muy difícil".
El capitán del Celta confesó que en esos instantes le vienen a la cabeza imágenes que tiene guardadas: "Tengo fotos de mi padre en las que veía esas olas y decía "no me subo a uno de esos barcos ni loco". Y luego pues a lo mejor te toca... Mi padre lo hacía por necesidad, está claro, es un trabajo como otro cualquiera, más duro, pero alguien tiene que ejercer esa profesión".