El Celta sella su permanencia en un final de infarto

El Celta de Vigo se impuso al Mallorca en un partido de infarto. Hasta en cuatro ocasiones tuvo que adelantarse el conjunto vigués para tratar de hacerse con la victoria. Pero en otras tres ocasiones igualaron los visitantes. Hasta la última jugada del encuentro no se decidió el alocado encuentro. A instancias del VAR, el colegiado señaló una pena máxima final que ejecutó a la perfección Iago Aspas. Los de Coudet sellan su permanencia en LaLiga Santander, la undécima consecutiva.

Dominio territorial de un Celta que quería cerrar de forma definitiva su continuidad una temporada más en LaLiga Santander. Los de Eduardo Coudet mandaban sobre el césped desde el pitido inicial y solo alguna acción aislada de Muriqi y Kubo metían en ligeros aprietos a la zaga viguesa. La exótica delantera bermellona, formada por un kosovar y un japonés, enseñaba los dientes sabiendo que la victoria del Cádiz hacía más cara la permanencia. Golpeaba primero el Celta a los 13 minutos. En una jugada trenzada en la frontal del área balear Franco Cervi estrellaba el balón al larguero. El rechace era para un atento Thiago Galhardo que empujaba el esférico al fondo de las mallas estrenándose por fin con los celestes.

Poco le duraba la alegría al Celta, a los cuatro minutos sin haber podido paladear el dulzor de la ventaja, Giovanni González ponía el tanto del empate. En una jugada pésimamente defendida por la zaga celeste Jaume Costa le ganó la partida a un dormido Mallo. Centró al segundo palo y ni Dituro ni Javi Galán taparon un balón que con cierto suspense superó la línea de gol. Todo volvía a empezar tras 17 minutos de partido. Los vigueses reaccionaban inmediatamente, encajaban con entereza el golpe para responder con otro gol.

Un tanto que llegó con mucho suspense ya que en primera instancia Ortiz Arias anuló el gol de Denis Suárez. El colegiado entendía que Franco Cervi, sobre la línea de gol y por detrás de Sergio Rico, anulaba la acción al estar en fuera de juego. El de Salceda de Caselas había cazado un rechace tras chut previo de Aspas superando al meta bermellón. Los celestes no entendían la decisión del colegiado pero desde la sala VOR le advirtieron de su posible error. Ortiz Arias fue a ver la repetición a pie de campo y concedió el gol del Celta tras observar que Cervi no interfería en la jugada al no molestar al portero del Mallorca.

El Celta se ponía por delante en el minuto 25. A partir de ahí volvió a tomar las riendas del partido. Llegaban más ocasiones. Rico se multiplicaba para evitar los goles de Brais Méndez y Thiago Galhardo con dos grandes intervenciones. Su equipo seguía metido en el partido gracias a él ya que el encuentro era de marcado color celeste. Un pase filtrado de Aspas al corazón del área con dirección a las botas de Brais Méndez pudo convertirse en el 3-1. Intentó reaccionar el conjunto balear por medio de Kubo. El habilidoso atacante nipón buscó el tanto del empate en el descuento de una vibrante primera mitad pero su remate impactó en un defensa del Celta.

¿Gol en propia meta de Aidoo?

Ninguno de los dos entrenadores introducía modificaciones al comienzo de la segunda mitad que no podía empezar de peor forma para los intereses celestes. Una falta lateral botada por Kubo era cabeceada por Raíllo. En el remate Aidoo tocaba el balón con el pecho despistando a Dituro. Será el acta arbitral de Ortíz Arias la que determine si el tanto es en propia meta del central ghanés u obra del defensa balear.

Como en la primera mitad el Celta era capaz de sobreponerse. Volvía a tomar las riendas del duelo. Avisaba Thiago Galhardo pero su disparo no encontraba portería en el 54'. Sí era letal, unos instantes después, el remate de Iago Aspas. El moañés le pegaba con toda su alma haciendo imposible la reacción de Sergio Rico. El Celta se ponía 3-2 por delante con media hora por delante.

Final de infarto

El cuadro vigués vio como su rival adelantó líneas en el tramo final del encuentro. Y a punto estuvieron de volver a empatar el choque con un remate de Raíllo que repelió la madera. Aunque lo hicieron en los momentos finales del choque por un penalti más que dudoso. El VAR avisó al colegiado y tras una revisión interminable decretó penalti para el Mallorca. El balón rozó levemente las manos de Hugo Mallo y el capitán celeste fue expulsado. Salva Sevilla aprovechó la oportunidad y puso el empate momentáneo, 3-3.

Sin embargo, aún quedaría un giro más de guión. En la última jugada del partido, cuando todo parecía destinado al empate... ¡volvió a aparecer el VAR! Esta vez para a favor de los intereses del Celta, pues el colegiado acabó decretando un penalti por manos en el área del Mallorca. Iago Aspas no falló desde los once metros y selló el 4-3 definitivo y la undécima permanencia consecutiva del Celta en LaLiga.