Óscar García, exentrenador del Celta, habla de la muerte su hija con 21 años: "Me pregunto por qué no me ha tocado a mí"
Óscar García habló en Catalunya Radio de la muerte de su hija con solo 21 años. El exentrenador del Celta de Vigo no dudó, tres meses después de vivir el momento más duro y triste de su vida, en recordar a Mariona. "¿Yo me pregunto por qué no me ha tocado morirme a mí? Podría haberme pasado a mí. Ella tenía toda una vida por delante", confesaba el técnico. Recordó el ejemplo de vida que regaló Mariona a sus hermanas en los largos años que afrontó enferma: "La recuerdo cuando estaba bien, lo fuerte que era, que no se dejaba vencer por la enfermedad". Por ello a sus dos hijas siempre les dice que lloren cuando tengan que hacerlo porque "esto es lo más duro que pasaréis en la vida".
"Estamos aceptándolo, no hay más remedio, un golpe muy duro, es una cosa antinatural. Tenemos que mirar adelante, continuar fuertes. Yo muy pendiente de mis dos hijas. Los adultos tenemos más recursos, pero las niñas no lo pueden entender", reflexionó Óscar García en Catalunya Radio. El exentrenador del Celta recordó que "el cáncer duró años, parecía que con la primera operación ya no le volvería a pasar si sobrevivía un tiempo, pero este tiempo no llegó, recayó. Han sido unos años sin descanso", en los que toda la familia ha estado siempre al lado de Mariona.
Óscar García y toda su familia fueron conscientes del fatal desenlace que estaba por llegar. Un sentimiento que viven cientos de familias cada año con sus hijos luchando contra el cáncer: "Desgraciadamente, los doctores nos adelantaron unos meses antes que podría pasar. Hablar es importante. No somos los primeros ni los últimos a quienes les pasa". El técnico no quiso olvidarse del cariño que recibieron en el hospital y en la necesidad de seguir adelante para cuidar y proteger a sus dos hijas: "Estamos agradecidos a Sant Joan de Déu, al Taulí... La mujer de Genís, mi hermano, es enfermera del Taulí y nos ayudó en los últimos días. Es bueno hablarlo. No podemos pararnos. Hay dos niñas más".
Reconoce Óscar García que la muerte de su hija mayor con solo 21 años es "una desgracia siempre la tendremos". Ahora se centra cuidar a las dos hermanas de Mariona, que la tenían como una madre y un ejemplo: "A las niñas les digo: 'Esto es lo más duro que pasaréis en la vida. Llorad cuando tengáis que llorar. Que no os digan que tenéis que ser fuertes. Llorad cuando queráis'".
"¿Yo me pregunto por qué no me ha tocado morirme a mí? Podría haberme pasado a mí. Ella tenía toda una vida por delante. No puedes controlar lo que te viene, sino cómo te lo tomas. Y mis padres, que han tenido que enterrar a una nieta", se preguntó Óscar García. Recordó a Mariona como una "niña tenía mucha vitalidad y nos daba lecciones de vida. Me gusta recordarla cuando estaba bien. Los últimos años los pasó muy mal, pero yo la recuerdo cuando estaba bien, lo fuerte que era, que no se dejaba vencer por la enfermedad. Era como una madre para sus dos hermanas".