El Celta reduce las expectativas de Rafa Benítez: menos fichajes y de menor coste

La dirección deportiva del Celta de Vigo ha tenido que cambiar por completo la planificación escrita en los despachos. La configuración de la plantilla que competirá en la temporada del Centenario no sufrirá tantos cambios como los que se esperaban al inicio del mercado de fichajes. El club esperaba recibir entre 60 o 70 millones de euros para revolucionar al equipo. La cantidad es muy inferior y las esperanzas de lograr alguna venta jugosa se van desvaneciendo. Por ello las expectativas que tenía Rafa Benítez, entrenador del primer equipo, tienen que ser muy inferiores. Ni en cantidad ni en coste de fichajes.

La venta de Gabri Veiga no está completamente descarta, al club han llegado algunas ofertas inferiores a los 40 millones de euros que marca su cláusula de rescisión. Sin embargo cada día que pasa es más complicado que un club afronte ese traspaso millonario. Sin esta venta la dirección deportiva no tiene músculo financiero para ir a por todas las piezas que demandaba para el primer equipo. El técnico había solicitado mínimo un jugador por línea. Además quería un lateral izquierdo suplente, otro jugador de banda y un segundo delantero. Esos tres puestos quedarán cubiertos con Franco Cervi, Miguel Rodríguez y Williot Swedberg.

El dinero ingresado por Orbelín Pineda, Javi Galán, Toro Fernández y Rubén Blanco ha permitido las llegadas de Jonathan Bamba, Carlos Dotor, Manu Sánchez y la adquisición en propiedad de Carles Pérez. El club también deseaba traspasar a Franco Cervi, Renato Tapia y Gonçalo Paciencia. Estas tres salidas están descartas o, en el mejor de los casos, atascadas. Cervi y Tapia se quedarán en Vigo mientras que se busca, con nulo éxito hasta el momento, en la marcha del delantero portugués. Todos ellos tienen una importante ficha que lastra las opciones de fichar ya que una buena parte del límite salarial libre se lo ha llevado Jonathan Bamba. El francés tiene un altísima ficha a la que se le suma una millonaria prima de fichaje.

El buen nivel mostrado por Carlos Domínguez y Hugo Sotelo permite al club plantearse no firmar nadie en defensa ni en mediocampo. Además Renato Tapia, que ha rechazado al Olympique de Lyon y Girona comunicándole a Rafa Benítez su continuidad, puede volver a ejercer la doble función de pivote y defensa central. En estos momentos la dirección deportiva del Celta trabaja en el fichaje de un portero y un delantero. No parece que vayan a ser operaciones inmediatas. Primero se debe lograr la salida de Sergio Carreira, José Fontán y Miguel Baeza.

Además es prioritario, para las arcas del club, lograr que Santi Mina acepte jugar de nuevo cedido. El delantero ha sido condenado en segunda instancia, por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, a cuatro años de prisión por un delito de abuso sexual. El club no le permite jugar con el equipo y solo acepta que haga una parte del entrenamiento para no vulnerar sus derechos como trabajador. Al no poder despedirlo de manera procedente la dirección deportiva busca repetir la fórmula de la pasada temporada, con una cesión al Al-Shabab, para librarse de su ficha y amortización. La marcha de Santi Mina, unida a la de Gonçalo Paciencia, permitiría al Celta afrontar el fichaje de un delantero de nivel.

Si esto no se produce el club deberá buscar en el mercado de fichajes operaciones de bajo coste. Un pequeño traspaso y una ficha contenida es el escenario que se maneja en A Sede si no fructifican las salidas de Santi Mina, Gonçalo Paciencia u otro de los jugadores que pueden reportar un importante traspaso a las arcas celestes. El club sí da por segura las salidas de Sergio Carreira, José Fontán y Miguel Baeza. Sin estos tres jugadores el primer equipo tendría ocupadas 21 fichas más la presencia de Miguel Rodríguez y Hugo Sotelo.