El Celta protagoniza el segundo peor arranque de su historia
-
Luca de la Torre confía en la reacción del Celta: "En muchos partidos merecimos más"
-
El mensaje de 'Capitán Starfelt' al celtismo: "Seguid creyendo, le daremos la vuelta"
Con una sola victoria en diez jornadas, inmerso en la zona de descenso y sin celebrar un triunfo en Balaídos, el Celta de Vigo ha firmado el segundo peor arranque en Liga de su historia. Seis puntos en diez jornadas, con solo 10 goles a favor y 18 en contra, colocan a los de Rafa Benítez en puestos de descenso igualados con el recién ascendido Granada y solo por delante del Almería, el único equipo de LaLiga EA Sports que no conoce la victoria.
Precisamente ante el cuadro andaluz el Celta ha logrado su único triunfo del curso. En los otros nueve encuentros solo ha logrado tres empates por lo que son seis derrotas las derrotas viguesas en este arranque de temporada. Para encontrar unos números peores hay que irse al curso 1943/44. En esa campaña, con Baltasar Albéniz de entrenador, en las diez primeras jornadas de competición se logró una victoria, dos empates y siete derrotas.
El equipo vigués terminó descendiendo a Segunda División en un curso trágico en el que el equipo solo ganó dos encuentros, empató cinco partidos y terminó derrotado en los otros 19 duelos. Colista con 23 goles a favor y 75 tantos en contra es la peor temporada de la historia del club en la élite. Esa 1943/44 fue la primera campaña de Pahiño en el Celta de Vigo.
La temporada actual, la 2023/23, muestra unas estadísticas semejantes. El ilusionante proyecto de Rafa Benítez, quien firmó un contrato por tres temporadas, se ha derrumbado en apenas diez jornadas, víctima de una preocupante fragilidad defensiva con 18 goles encajados y su falta de gol, agudizada por la sequía que atraviesa Iago Aspas.
El internacional español encadena ya 21 partidos sin marcar. El último que celebró en LaLiga fue el pasado 18 de marzo en el estadio del Espanyol, y en el último partido ante el Atlético no escondió su enfado con Benítez después de ser cambiado a falta de 30 minutos. El entrenador se acercó a él tras ver como le daba una patada al banquillo. Ya en sala de prensa le quiso quitar importancia al enfado de Iago Aspas.
