La destitución de Rafa Benítez no está sobre la mesa

Rafa Benítez se sentará en el banquillo del Celta de Vigo en Montilivi. Ante el Girona el técnico madrileño tendrá la oportunidad de sumar la segunda victoria de la temporada. En A Sede, con Marián Mouriño ejerciendo de presidenta de facto hasta que su padre le ceda el testigo en la próxima Junta General de Accionistas, no se duda de su trabajo. Su continuidad, aún protagonizando el segundo peor arranque de la historia, no se discute. Por ahora la confianza en Rafa Benítez y su proyecto se mantiene intacta.

En el club no se tienen dudas con un técnico al que se le ha contratado para un proyecto de tres temporadas. Su implicación en el día a día es total, así lo confirman los trabajadores del Celta. Jornadas de sol a sol en Afouteza desde su llegada al club confirman su obsesión por el trabajo. El entrenador no escatima horas ni de esfuerzo para intentar dar con la tecla. Nadie se esperaba un arranque tan mediocre en A Sede, tampoco el propio Rafa Benítez. Ni la ausencia del fichaje del centrocampista defensivo y de corte físico tan demandado por el entrenador justifica los seis puntos logrados en diez jornadas.

Los números son malos, una sola victoria con más de un cuarto de temporada disputado, pero se confía en su capacidad para darle la vuelta a este pésimo arranque de temporada. La salvación está a solo dos puntos. Por delante Girona, Athletic Club y Sevilla. Tres rivales de nivel para calibrar de manera casi definitiva la crisis del Celta de Vigo. Si suma tres malos resultados en estos encuentros, con el tercer parón de selecciones justo después del duelo de la jornada 13 ante de la visita a San Mamés, la situación se podría volver insostenible. Pero en A Sede confían en que en estas tres jornadas el equipo sea capaz de sumar puntos para salir del descenso.

Hasta el momento, más allá de la mala suerte y los factores arbitrales que no han ayudado en ningún momento, la realidad es que el Celta es uno de los los equipos que menos goles marca y más encaja. Con diez tantos a favor solo Las Palmas, Cádiz y Alavés presentan peores registros. En goles en contra, con 18, solo Granada y Almería presentan peor estadística. La endeblez en ambas áreas junto a la falta de capacidad física en mediocampo explican el mal rendimiento del Celta.

Rafa Benítez ha ido buscando soluciones con distintos cambios de sistema en el que ha prevalecido la línea de tres centrales. La aparición esta última jornada de Óscar Mingueza en mediocampo permitió al equipo hasta la expulsión de Iván Villar, mostrarse más sólido en la zona ancha. En ataque se echan de menos los goles de Iago Aspas, que desde el 18 de marzo no ha marcado, y Carles Pérez. El extremo catalán apenas ha podido jugar por culpa de las lesiones. La directiva sigue pensando que Rafa Benítez es la persona ideal para darle la vuelta a esta situación y mejorar los números actuales. Su cese no está sobre la mesa.