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Luís Campos, el gran señalado: el Celta se plantea volver a una dirección deportiva tradicional
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Luís Campos, el gran señalado: el Celta se plantea volver a una dirección deportiva tradicional

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Alberto Bravo

Luís Campos afronta su momento más crítico desde que firmó un contrato que le convertía en el 'asesor externo' del área deportiva del Celta de Vigo. Tras tres mercados al frente de lo fichajes y las ventas del club el balance es claramente deficitario, por nivel de plantilla y resultados. Sus eternas ausencias, unida a una sobre exposición con el París Saint Germain, han provocado un enorme enfado en una buena parte de la afición celeste. Cada vez son más las voces que reclaman la salida del director deportivo portugués para volver a una dirección deportiva tradicional. La última gran apuesta de Carlos Mouriño y Antonio Chaves, año y medio después, es un gran fracaso al que deberá darle solución Marián Mouriño.

La presidenta en funciones del club vigués se hará cargo del Celta el próximo 13 de diciembre, cuando la Junta General de Accionistas la proclame como presidenta de una nueva junta directiva que poco se parecerá a la actual. Marián Mouriño ha afrontado sus primeros meses al frente del club vigués con un regalo envenenado, el de Luís Campos. Su padre y el anterior director general se dejaron llevar por los cantos de sirena de Luís Campos. Sus éxitos en el Mónaco y Lille hicieron soñar a los antiguos responsables del Celta con resultados similares.

Luís Campos, Juan Carlos Calero y Carlos Hugo García Bayón, jefe de la cantera del Celta, en Bal
Luís Campos, Juan Carlos Calero y Carlos Hugo García Bayón, jefe de la cantera del Celta, en Bal

Luís Campos encandiló al ya expresidente del Celta con su conocimiento sobre la cantera. Sus fichajes y ventas millonarias también pesaron en su contratación por dos temporadas. "Viene a fichar bien y vender mejor", ese era el mantra que se repetía desde el club. Un año y medio después, con una única comparecencia en público, el portugués no ha logrado cumplir ni uno de sus objetivos. Sus ventas han estado muy por debajo de las expectativas. En el celtismo duelen los 13 millones de euros por lo que se traspasó a Brais Méndez. Tampoco entienden que Gabri Veiga se haya marchado por 30 millones de euros más variables. Su incapacidad para encontrar destino a jugadores con los que no se contaba también han lastrado su reputación.

En el capítulo de fichajes en tres mercados ha invertido alrededor de 50 millones de euros sin que ningún jugador haya mejorado de manera significativa lo existente. Strand Larsen y Tasos Douvikas son sus grandes apuestas, dos delanteros jóvenes con traspasos superiores a los 10 millones de euros, procedentes de Países Bajos con los que Rafa Benítez trabaja para mejorar su puntería. Otra de sus operaciones en las que el club ha tenido que invertir más de cinco millones, Williot Swedberg, apenas está teniendo minutos. En los últimos cinco partidos de Liga no ha jugado por lo que el club deberá plantearse un escenario de cesión en enero.

Otros traspasos importantes como el de Carles Pérez no están dando el nivel esperado mientras que Carl Starfelt parece haberse convertido en su mejor operación. La sensación existente es que el Celta previo a Luís Campos era mejor equipo que el actual. Estas no son las únicas críticas que recibe el responsable del área deportiva del Celta. Sus escasas visitas a Vigo, casi siempre motivadas por sus visitas a Esposende, han generado malestar. Luís Campos no se pierde un solo encuentro del PSG, a los del Celta acude a cuentagotas. Las imágenes del portugués charlando con Luís Enrique sobre el césped o bajándose del autobús del cuadro parisino no existen en Vigo.

Ante el Girona, debido a la cercanía con Francia, Luís Campos asistió al partido. Llegó sobre la bocina y se marchó con el pitido final. Un hecho que no pasó desapercibido y que levantó todavía más ampollas. Que este pasado viernes acudiese a dar una charla sobre el mercado de fichajes a la Universidad de La Sorbona con el Celta jugando en Bilbao tampoco ha sentado bien. El club se está planteando muy seriamente volver a un modelo de dirección deportiva tradicional. El experimento de Luís Campos tiene fecha de caducidad, el próximo 30 de junio. Su continuidad está más lejos que nunca. Nada avala que siga, ni sus fichajes, ni sus ventas ni su implicación con el Celta.

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  1. Jose

    Si el Celta compra en Europa con el presupuesto que tiene compra jugadores de descarte. Nunca voy a entender con los vinculos gallegos en el Rio de la Plata, como no tienen scouting aqui y se deberian llevar jugadores Argentinos y Uruguayos cuando ya pintan bien por poco dinero.

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