Un gol de Nzola en el 91' da ventaja a la Fiorentina ante un Brujas en inferioridad
-
La expulsión de Onyedika en el 61', clave
-
Doble remontada en Florencia
A última hora, 40 segundos por encima del minuto 90, entrado al campo en el 88, Mbala Nzola relanzó al Fiorentina en la semifinal de la Conference League contra el Brujas e Igor Thiago para el partido de vuelta de dentro de una semana en el estadio JanBreydel, tras dos ventajas antes niveladas por su rival belga.
Cuando la ofensiva italiana se hizo más evidente, más constante, más dañina, cedió la resistencia del Brujas, en inferioridad numérica durante más de media hora por la expulsión de Onyedika, pero con un valioso empate por obra de Thiago, el mejor futbolista con diferencia del equipo visitante, del que dependerá muchas de sus opciones de remontada.
El Brujas, un rival duro en Florencia
En su vuelta a unas semifinales europeas 32 años después, el Brujas aún sigue sin ganar a un rival italiano a lo largo de su historia, ya en doce choques contra oponentes de ese país. Todavía continúa invicto en sus últimos doce partidos europeos el Fiorentina, que debió marcar tres goles para derribar a un oponente que respondió a los dos primeros golpes.
El equipo local marcó en su primer remate. En el minuto 4. Un golazo de Sottil: controló el balón en la banda izquierda, a través de siete toques con la derecha se centró, se abrió y se perfiló para soltar un derechazo a la escuadra del otro lado, con un rosca extraorinaria que dejó a todos atónitos, sin explicación alguna para el Brujas, que ni siquiera sintió tal peligro. El extremo italiano está en duda para la vuelta. Se dañó el hombro en el segundo tiempo.
Tuvo mérito el conjunto belga para el 1-1. Por detrás en el marcador tan pronto, a domicilio, con la eliminatoria en vilo, se rehizo instante a instante hasta la igualada. Delantero potente, veloz, 22 años, 1,91 metros de altura, 29 goles en esta temporada y vendido al Brentford inglés por 33 millones de euros para el próximo curso, Igor Thiago probó a Terracciano... Y provocó un penalti. En su segunda ocasión.
Su remate lo rechazó el guardameta. Pero no se quedó ahí el atacante, quien insistió en recuperar la pelota dentro del área, con el impacto en la mano de Biraghi en la pugna desigual entre tres defensores del Fiorentina y el delantero visitante. No la vio en directo el árbitro, Michael Oliver; alertado después por el VAR. Lo revisó en el monitor. Lo señaló. Y lo transformó Hans Vanaken, en cuanto visualizó al portero local vencido para el otro lado.
La Fiorentina, del empate al gol en el 91'
El empate, sin embargo, fue más un impulso para el Fiorentina. El Brujas perdió terreno. El equipo italiano lo atacó sin demasiadas ocasiones, pero con una presencia ya evidente en torneo al área de Jackers. Nico González remató dos veces alto con la izquierda. Un aviso que concretó Belotti: se giró dentro del área y batió con la izquierda la portería contraria para el 2-1, en el minuto 37. Después, Lucas Beltrán cabeceó por encima del larguero.
El testarazo de Belotti en los primeros instantes del segundo tiempo, repelido por Jackers, afianzó más la sensación de dominio del conjunto local, más cerca del tercer gol que del empate de su adversario, en el que Onyedika se expulsó con dos amarillas en tres minutos. Primero, un codazo. Después, una entrada a destiempo. Quizá ambas prescindibles.
Un contratiempo para el Brujas. Incluso, pareció una condena. En inferioridad numérica, con un 2-1 en contra, en campo contrario... De no ser porque en sus filas tiene a Thiago. Es diferencial. Un pase largo le bastó para salir desde el medio campo, ganar a sus dos marcadores, superarlos por zancada y definir el 2-2 con una volea cruzada. Incontestable.
En el peor momento de su equipo, surgió no sólo para sostener al Brujas, sino para relanzarlo, hasta la ofensiva final del Fiorentina. No la aguantó. Le sobró tiempo. NZola, ya en el 91, marcó el 3-2. Merecido para el conjunto italiano.