No llegan buenas noticias desde el campamento base de Panamá en el Mundial: la selección centroamericana ha comunicado que "Ismael Díaz sufrió un golpe en su rodilla derecha tras un choque con Adolfo Machado durante el entrenamiento de esta mañana en Saransk". Los servicios médicos panameños realizarán una resonancia magnética de su rodilla, maltrecha tras el encontronazo sufrido con su compatriota Adolfo Machado, y el resultado de la misma se dará a conocer de manera oficial en las próximas horas.
Después de pelear durante meses por formar parte de la convocatoria mundialista panameña, Ismael Díaz tenía la esperanza de cuajar un buen campeonato para dar un golpe sobre la mesa. Sin embargo, hasta el momento su presencia en Rusia está siendo prácticamente testimonial y su estado físico podría impedirle participar en el último encuentro de la fase de grupos que medirá a los canaleros y a Túnez, un duelo que además supondrá la despedida de ambas selecciones, pues serán Bélgica e Inglaterra quienes accedan a los octavos de final como representantes del Grupo G.
En el estreno mundialista contra la selección belga (3-0), el primero de Panamá en un Mundial, el delantero del filial del Deportivo saltó al terreno de juego en el minuto 63 sustituyendo a José Luis 'Cocobolo' Rodríguez. Por las propias circunstancias del partido, Ismael apenas entró en contacto con la pelota.
Seis días, después, el pasado domingo, el delantero panameño no disfrutó de ningún minuto de juego en la abultada derrota sufrida ante Inglaterra (6-1). Los canaleros cayeron con estrépito, pero al menos disfrutaron de un momento dulce gracias al tanto anotado por Felipe Baloy en el minuto 78, el primero en su historia en un Mundial.
Ahora, con el punto y final del Mundial a la vuelta de la esquina, la presencia de Ismael Díaz se convierte en dudosa.
El Deportivo dispone de una opción de compra por el jugador, cifrada en una cantidad cercana a los 2,5 millones de euros, que todo apunta a que no será ejecutada. Sus recurrentes problemas físicos, la menor disponibilidad económica del club coruñés al bajar a Segunda división y el hecho de que el futbolista ocupe plaza de extracomunitario dificultan su contratación a título definitivo.