El Fabril, un lunar en el 2018
El Deportivo de La Coruña cerró el año en los puestos altos de LaLiga 1|2|3. No obstante, pese a una racha de imbatibilidad muy prolongada, la temporada acabó en horas bajas. A pesar de ello, se espera que el conjunto herculino se mantenga en la lucha por el ascenso directo hasta el último día. Para acometer su regreso a la Primera división, se formó un equipo muy competitivo, aunque con una pequeña pega: la escasa presencia de la cantera en los planes de Natxo González.
El equipo descendió, y la meta marcada es la de que la travesía en Segunda sea de solo un año. Entre el músculo económico del club tras varios años en Primera y la ayuda al descenso, había capital para invertir. Por ello se hicieron las incorporaciones de Quique González o Vicente Gómez. Además, se completó la plantilla con jugadores libres ya contrastados en Primera y Segunda, y se logró el pase de cedidos de equipos de primer nivel.
La plantilla ofrece garantías para competir en LaLiga 1|2|3. No obstante, el detalle de no contar apenas con presencia del Fabril es más que evidente. ¿Las razones? Quién sabe. La urgencia por recuperar la categoría debe estar, sin ninguna duda, entre ellas. Aunque a día de hoy tampoco existen jugadores que, sí o sí, insinúen garantías para competir en un escenario tan exigente como la categoría de plata. Únicamente Álex Bergantiños, Diego Caballo y Edu Expósito tienen pasado en el filial.
De hecho, el Fabril ha atravesado problemas en este primer tramo de temporada. Tanto es así que Tino Fernández ha reconocido que centrarán sus esfuerzos en reforzarlo este mercado invernal. En lo que llevamos de temporada, apenas Yago Gandoy ha logrado sobresalir en un equipo muy plano. Otros, como Blas, One, Carlos López y Lucas Viña, cuya temporada pasada dieron un buen rendimiento, han disminuido sus prestaciones.
Aunque también hay motivos para creer en un futuro mejor. Es el caso de Pedro Martelo, internacional sub 20 con Portugal. El delantero llegó hace dos temporadas al Juvenil A, procedente del Benfica. Esta temporada su participación está siendo reducida, pero hay visos de buen futbolista en el luso. Por su parte, Víctor García y Joni Montiel, que llegaron el pasado verano, también han brillado. El primero, extremo, debutó en Copa del Rey y disputó el Teresa Herrera, siendo de lo más destacado. El segundo, mediapunta o interior, ha cuajado buenas actuaciones, pero se encuentra cedido en el filial. Es propiedad del Rayo Vallecano.
Salvo pinceladas muy concretas, el rendimiento del Fabril no está permitiendo que algunos de sus jugadores se prueben en el primer equipo. El salto desde Segunda B hasta Segunda no es tan grande como a Primera. Aunque, por otra parte, una plantilla con posiciones dobladas tiene muy difícil ofrecer huecos aunque el resultado fuera mejor. El balance del 2018 en la cantera del Deportivo de La Coruña debe mejorar de cara al siguiente curso.