Nos faltaba algo

Casi tres meses después, el césped de Riazor volvió a sentir los tacos de las botas de los futbolistas para disputar un partido oficial. Lo que no pudo sentir fueron los cánticos de una afición siempre volcada con su equipo que se tuvo que conformar con un apoyo virtual. El mejor regalo a ese público que no podía engalanar las gradas era una victoria de su Dépor. Enfrente, el Sporting de Gijón, un rival directo en la lucha por la permanencia. El equipo de Fernando Vázquez no pudo pasar del empate a cero y eso que el partido gozó de ocasiones claras para ambos equipos. Faltaba la afición y faltaron los goles en Riazor (0-0)

El silencio era noticia antes del encuentro. Si la presencia de Djukic en Riazor, este domingo en el banquillo visitante, ya siempre enmudece por aquel inolvidable recuerdo del penalti fallado, en esta ocasión la falta de aliento se producía también por la ausencia impensable hace unos meses del jugador número 12 en Riazor. Eran once contra once, sin nadie más. Tocaba meterse de lleno en el partido y evadirse de lo externo. Se supone que lo de siempre pero esta vez de un modo diferente.

Empezó asustando el Sporting pero la defensa herculina, este domingo con el estreno de Abdoulaye Ba, mostraba seriedad. El Dépor apostó por el balón parado. Primero remató una clara Peru y después, en el minuto 13 avisó Claudio Beauvue con un remate peligroso tras una falta lanzada por Çolak. Acto seguido Sabin Merino a punto estuvo de sorprender a Mariño. Los deportivistas se gustaban y metían al Sporting de Gijón atrás. El 1-0 pudo llegar en el minuto 20. De nuevo, Sabin Merino ganó la carrera a la defensa asturiana y su disparo salió rozando el palo derecho de la portería visitante.

Susto de Murilo

Y precisamente un falló del jugador debutante en el Dépor, Abdoulaye Ba a punto estuvo de costarle un gol en contra a los coruñeses. El palo salvó al equipo de Vázquez y evitó que el disparo de Murilo entrase en la portería de Dani Giménez. Golpe de realidad para un Deportivo que estaba destacando en ataque pero del que no se podía olvidar tan fácil su debilidad defensiva. Esa que tanto le perjudicó esta temporada. La última antes del descanso la tuvo Sabin Merino con un disparo lejano desde fuera del área y Ais Reif pitó el final de una primera mitad que finalizó sin goles.

La tuvo Bóveda

La segunda parte arrancó con una ocasión clarísima de Eneko Bóveda que remató cruzado y el esférico se marchó a milímetros de la portería del Sporting. A los siete minutos de la reanudación, Vázquez apostó por un triple cambio. Entrarón Mamadou Koné, Uche Agbo y Keko Gontán. Se marcharon Vicente, Beauvue y Çolak. El míster de Castrofeito introdujo variantes, barajó su cartas y, tal y como anunciara en rueda de prensa esta semana, modificó su sistema. Sin embargo, no sirvieron para marcar. Tampoco las entradas de Mujaid ni Christian Santos. Reparto de puntos en Riazor y el Dépor continúa en puestos de descenso.