Duscher y la entrada a Beckham: "El Manchester me quiso fichar después"
Durante su anterior etapa en A Coruña a Duscher le tocó vivir la época gloriosa del Deportivo. Esta temporada, el argentino ha regresado para entrenar a los juveniles blanquiazules y la situación es bien diferente en la ciudad. Ahora rememora su regreso a A Coruña en una extensa entrevista en As.
Sobre su regreso es claro: "Tuve una reunión con Fernando Vidal y Albert Gil para hablar de la posibilidad de hacer las prácticas en el Deportivo del curso de UEFA Pro. Quería hacerlas allí porque conozco la cuidad, voy con mi familia y sabía que estarían cómodos. Yo ya tengo el título de entrenador de Argentina, pero quería también el de UEFA para poder entrenar en Europa.
Una experiencia que está "cómodo", ya que "es un club al que tengo mucho aprecio. Una lástima la situación que le está tocando vivir, mucha tristeza por verlo ahí. Yo viví cosas muy importantes en el Depor y ver donde está… es difícil".
Se sincera al ver la situación del conjunto herculino: "Ya me costaba verlo Segunda, así que... Es muy feo. Siempre he considerado que es un club admirado y respetado en España y en el mundo. Yo viví una gran época allí".
Duscher y su posible traspaso a la Premier League
Si hay algo por lo que conocen a Duscher es por su dureza ala hora de interpretar el juego. En la eliminatoria ante el Manchester lesionó a Beckham algo que se le machacó a menudo: "Se dio esa situación, sí, pero lo que se generó fue mucho más que lo ocurrió. Pero no creo que me perjudicase. Puede parecer raro, pero después de aquella entrada a Beckham el Manchester me quiso fichar. Fue una entrada sin mala intención, fue fútbol. El fútbol es contacto, yo lo entiendo así".
Un fichaje que no se dio y tiene sus protagonistas: "Lendoiro era muy complicado para negociar y defendía mucho al club. Yo estaba jugando en el Depor, sí se negoció, pero no se dio".
Sobre su tramo final en el Dépor es rotundo: "Yo cumplí los siete años de contrato que tenía sin ninguna queja por parte del presidente, que entonces era Lendoiro. Conmigo él siempre se portó como un caballero. En la parte deportiva, después de la gloria, vino la otra. El club empezó a no estar bien, era muy difícil, casi insostenible mantener aquello. Había una plantilla enorme. No eran solo los que jugaban, había dos futbolistas por puesto con un nivel altísimo. Era difícil mantener aquello. Hubo muchos jugadores importantes que se fueron, llegó un nuevo entrenador, Caparrós…. Tuvo decisiones que no cayeron bien a dos o tres jugadores de los antiguos, incluido yo. Yo siempre di todo por la camiseta. Tuve la oportunidad de renovar y no lo hice. Era el momento de un cambio".