Qué bueno que te quedes

No cabe duda de que el pasado cierre de mercado de enero nos ha dejado a todos bastante confusos. Incluso, enfadados. Y es que el rendimiento del Dépor ya sabemos cuál está siendo y dista mucho del objetivo marcado. Cuesta ver el vaso medio lleno. Lo sé. Pero,¿qué ganamos indignándonos más y viendo solo lo negativo? Ahora la plantilla ya no se puede cambiar. Una plantilla que, a mi juicio, cuenta con un jugador que es un auténtico lujo que se haya quedado en el Deportivo.

Un futbolista que también llegó en invierno y que renovó en verano. Un nigeriano que prefiere hablar dentro que fuera del campo y, quizás, ese carácter discreto e introvertido impide conocer el sufrimiento que experimenta Uche Agbo cuando la suerte no está de su lado. Y es que las lesiones le han impedido ayudar al Dépor cuando más lo necesitaba. No pudo acabar la pasada temporada y tardó en empezar la actual. Cuando volvió, ante Unionistas, volvió a adueñarse del centro del campo.

Pero llegó el parón navideño y Uche se marchó a Nigeria muy dolido por la derrota ante el Celta B en Riazor. Eso sí, convencido de que su deseo de “devolver al Dépor hasta donde se merecía” se cumpliría en 2021. Sonaban ofertas de diferentes ligas europeas pero en su cabeza solo estaba el Deportivo. El mediocentro blanquiazul seguía fiel al mensaje que unos meses antes daba en una entrevista concedida a ElDesmarque. “El contrato que tengo es de larga duración, por cuatro años, y con él espero ayudar para que el Dépor ascienda el año que viene a Segunda y después a Primera para estar donde debería estar siempre”.

Sin embargo, el 2021 no empezó como Uche deseaba y, en silencio, afrontaba otro difícil momento sin poder saltar al verde y poder aportar su calma. Otra vez tenía que esperar y trabajar al margen sin poder cumplir lo que había expresado tras su renovación. “Todo el mundo tiene que demostrar en el campo para devolver al equipo a donde tiene que estar”.

Es verdad que las declaraciones de Uche son contadas. No es de los que cuelga fotos en redes sociales tras cada partido o manifiesta sus sentimientos a la afición. Eso puede que, en ocasiones, le perjudique y pueda parecer que no está implicado como los que sí envían a diario mensajes motivadores. No es lo suyo la interpretación fuera del campo. Menos mal que cuando vuelve al verde, Uche interpreta el partido como nadie y, cuando sus compañeros saltan líneas, Agbo es el apoyo fiable. Considero entonces que Barral, con Uche, sí ha hecho un buen fichaje. Hay que consolarse.