Siesta y paseo por Luanco

Con la presión del Racing y el Numancia que ya habían ganados sus partidos llegaba el Dépor al campo de Miramar. El Marino de Luanco ya no se jugaba nada y los coruñeses se jugaban mucho. Había que aferrarse a esa plaza en Primera Federación pero el Deportivo primero durmió la siesta y, posteriormente, se dio un paseo por Luanco. Suerte que los hombres de Manel Menéndez no los sorprendieron. Menos mal que Lucho estaba despierto. Empate a cero en el marcador y el conjunto de Rubén de la Barrera que sigue sin dar un golpe en la mesa ni mostrar su superioridad. Consigue un punto que sabe a poco y que lo iguala a 36 con el Racing de Ferrol.

Un solo cambio introdujo el técnico blanquiazul en el once inicial con respecto a la jornada anterior. Fue en el lateral izquierdo. Se quedó en el banquillo Héctor Hernández y entró en su lugar Salva Ruiz. Los herculinos saltaban con la camiseta de la bandera de Galicia y con la espinita de resolver mejor los partidos fuera de casa. El partido arrancó con dominio visitante aunque el Marino también quería sorprender. No parecían peligrosas las llegadas de los locales pero tampoco finalizaba con claridad el Deportivo en los primeros minutos. La primera clara la tuvo Borges pero no valía. El costarricense estaba en posición de fuera de juego.

Había nervios en el Dépor. Al Marino le tocaba disfrutar y cuando intentó escaparse del medio del campo, Villares agarró con las dos manos sin piedad a Alejandro Arias para evitar el ataque asturiano. El agarrón le costó la tarjeta amarilla al centrocampista de Vilalba cuando todavía no se habían cumplido los diez minutos de juego. Eso sí, los coruñeses se veían superiores y un centro-chut de Salva Ruiz a punto estuvo de sorprender al meta local, Chechu Grana. Pero también Lucho pudo ser sorprendido tras un disparo de Enol que entró hasta la cocina. Menos mal que salvó el colombiano. El partido se abría pero el Dépor no podía permitirse estos despistes. El tiempo transcurría y no había goles. Y lo peor, de caso de haberlos tenían más pinta de llegar de las botas de los asturianos. Lucho tenía más trabajo que el portero local. Vale que no fueran clarísimas pero, por lo menos llegaban. Los coruñeses, nada. Necesitaban los tres puntos de urgencia pero el equipo de Manel Menéndez no estaba dispuesto a regalárselos. Con empate a cero se llegó al final de una primera mitad en la que el Deportivo ni brilló ni marcó.

Para la segunda mitad, De la Barrera cambió piezas a ver si así su equipo mejoraba. Entraron Héctor Hernández, Raí y Rayco y se marcharon Salva, Borges y Keko. Sin embargo, el Dépor no arrancaba. Y el Marino se encerraba. Cada vez era más difícil entrar en área local. Qué mal partido del Deportivo. Gracias a un gran pase de Bergantiños que combinó con Rayco y el canario se la dejó perfecta a Raí pudo aún así adelantarse el equipo herculino pero falló la puntería del brasileño. El capitán era de los pocos que se salvaba en un encuentro que los coruñeses no supieron leer y tampoco su entrenador. Villares ejecutó un gran remate de cabeza en el 77' pero la echó a córner el meta local, Chechu Grana. Cuando faltaban diez minutos para el final, el míster coruñés metió a Adri Castro y sacó a Lara. También apareció Miku en los compases finales pero nada bueno pudo hacer tampoco el venezolano y el Dépor que prefiere seguir sufriendo.