Edu Sousa: "Tenemos buenas armas para contrarrestar a Quiles"
Edu Sousa vive a sus 30 años su segunda temporada en el Talavera. Nacido en Tui, pasó por las canteras del Celta, Atleti y Deportivo hasta recalar en el Pontevedra. Allí fue ídolo y capitán hasta que en 2020 y después de ocho años emprendió una nueva aventura. Este domingo se reencuentra con su pasado. En A Coruña, Edu vivió cinco temporadas llenas de aprendizaje en las que tuvo que quemar etapas a gran velocidad. Coincidió con porteros como Dani Aranzubia, 'Poroto' Lux o Fabricio. Trabajador incansable, atiende la llamada de ElDesmarque antes de la sesión con el equipo. Edu siempre llega una hora antes para entrenar en el gimnasio de forma individual, según nos comentan desde el propio club.
-¿Personalmente, cómo estás?
-Bien, bien, todo bien.
-Este fin de semana os toca el Dépor. ¿Cómo ves su temporada?
-Es uno de los transatlánticos de la categoría. Se me viene a la cabeza el Dépor, el Racing de Santander, el Logroñés… en el otro grupo el Albacete o el Andorra. Un equipo que sus números y su clasificación hablan por sí solo. Me parece un equipo hecho para la situación en la que está, si me apuras para pelear con el Racing. Eso habla por sí solo de lo que es el Dépor.
-¿El bajón que ha tenido podía esperarse o te ha sorprendido?
-Yo creo que si algo tiene esta categoría es que en cualquier campo y cualquier rival te va aponer las cosas muy complicadas. Está plagado de buenos futbolistas y buenos cuerpos técnicos y de buena preparación para cualquier tipo de partido. Creo que, no porque ellos hayan bajado el nivel, sino porque el resto lo han subido y les han puesto las cosas complicadas no permitiéndoles ganar lo que le gustaría. La situación del Dépor es buena. A lo mejor preferían estar en la situación del Racing, pero no obstante, insisto que todos los equipos de la categoría te lo pueden poner complicado.
-Vosotros estáis en una situación diferente, peleando por la salvación. ¿Cómo afrontáis el encuentro y cómo lo afrontas tú a nivel individual al tratarse de un rival en el que estuviste varios años?
Es una preparación para un partido más. Es el Dépor, es el gallo de la categoría, pero la semana ha transcurrido de la misma manera. Te preparas igualmente para todos los partidos. Todos los rivales son complicados, todas las visitas al Padro son complicadas y merecen que se preparen a conciencia. Este no es un caso especial. Tenemos respeto por el Dépor, pero como por cualquier otro equipo. Creo que va a ser un partido muy difícil. Se verá que ambos conjuntos tienen mucho potencial.
El Talavera marca el descenso con 35 puntos, a dos del DUX y tres del Bilbao Athletic
-Quiles acabó el entrenamiento pasado tocado. Si es por ti, ¿llega al domingo o mejor que descanse una semana?
-Cualquiera que pueda jugar en la posición de Quiles estoy seguro de que lo va a hacer bien. Es cierto que Quiles lleva un año fantástico, un año en el que está encontrado portería. Pero es que Miku también, Mario… hay muchos jugadores del Dépor que están en un buen momento o han tenido una gran temporada. Yo no soy partidario de que nadie se pierda un encuentro y menos si es por lesión, porque eso significa que lo más importante en esta vida, que es la salud, no está bien. Yo sí deseo que Quiles pueda estar disponible porque eso quiere decir que está bien de salud. Nosotros tenemos buenas armas para contrarrestar a Quiles o cualquiera que se ponga ahí.
-Tenéis entrenador nuevo desde hace dos jornadas, además otro viejo conocido en Coruña. ¿Qué ha cambiado con Mosquera?
-Es un míster que ha entrado piano piano. Conociéndonos a todos y viendo lo que hacíamos bien. Manteniéndolo y metiendo algunos pequeños matices de su idea y su forma de entender el futbol. Cada día mejor, cada día acoplándonos a los matices que quiere inculcarnos y aprendiendo mucho de un entrenador como él, con su bagaje y su experiencia.
-¿Habíais coincidido alguna vez?
-No, como entrenador no había coincido. Me enfrenté a él en varias ocasiones, la relación siempre ha sido buena, muy cordial, amistosa.
-Sois varios ex del Dépor en Talavera: David Añón, Bourdal y tú. Con David coincidiste en Pontevedra, además.
-Sí, lo hablo cada vez que me preguntan. Con Añón debe ser el jugador con el que más años de vestuario he compartido. Entre Fabril, el juvenil del Dépor, el Pontevedra y Talavera no sé si juntamos 10 años compartiendo vestuario. Imagínate como debe ser la relación. A Tomás lo conocí este año, pero hemos ido el año pasado y este juntos en las habitaciones, imagínate lo estrecha que es nuestra relación.
Edu estaba en el Dépor cuando sucedió el enfrentamiento entre Munúa y Aouate, lo que le obligó a subir categorías de forma acelerada
-Volviendo a tu etapa formativa. ¿Cómo fueron los 5 años en el club?. Coincides con muchos nombres ilustres: Sambade y Soleto como entrenadores de porteros; Aranzubia o Fabricio jugando…
-Si te tengo que dar una respuesta corta: mucho crecimiento y mucho aprendizaje. Creo que lo que me llevo es eso, estuve rodeado de grandes profesionales, de grandes porteros y entrenadores. Me hicieron aprender muchísimo. En gran parte soy lo que soy gracias a ellos. No solo Aranzubia o Lux, también Diego Rivas, Marc Martínez, Felipe Ramos, Manu… de todos he aprendido un montón. Ese es mi recuerdo. Después los entrenadores como Sambade, César, Sotelo, no soy yo quien los va a descubrir. Yo he tenido el privilegio de aprender de ellos. Todos los entrenadores que he tenido, Devesa, Lavandeira, Tito Ramallo… de todos he aprendido. Yo tengo ese recuerdo de cuando estuve en Coruña. Hasta se me pone una sonrisa cuando hablo de esa etapa.
-Tu salida no fue fácil. Te quedas sin equipo, entrenas solo y puedes encontrar hueco en el Pontevedra B. ¿Cómo fue a nivel personal?
-El fútbol tiene estas cosas. Tú firmas un contrato y cuando lo terminas hay dos opciones, continuar o no. El Dépor decidió que no continuase y hay que entenderlo. El mundo del fútbol es así. A veces cuando uno quiere y la otra parte no, por el motivo que sea, da igual, no pasa nada. Mi relación con el Dépor siempre va a ser muy buena. Con Ernesto Bello, el director deportivo en aquella época, va a ser siempre muy buena. Yo tengo un recuerdo muy grato de Coruña, creo que la ciudad tiene un recuerdo grato de mí. Son cosas que pasan en el fútbol. Luego me dieron la oportunidad de seguir creciendo en Pontevedra y tan contento. A nivel personal te mentiría si dijese que no costó, pero no es algo que me haya hundido. Lo tomé como algo más en mi mochila que me llevo y en mi crecimiento personal y deportivo. Son cosas que me ayudan ahora a afrontar las cosas como lo he hecho.
Año tras año la gente tiene que cambiar de equipo. Hay que observar cómo es el mundo del fútbol. Si te das cuenta de eso lo asimilas y no te sorprende.
-Al final la cosa no salió tan mal, no? Ocho años en Pontevedra, capitán e ídolo
-Fue todo a base de trabajo. Yo empecé en el Pontevedra B, la situación era tardía para entrar en el primer equipo. Al final mira, fueron ocho temporadas, en las que he disfrutado mucho. El Pontevedra siempre estará conmigo.
-¿Esto es algo que en las canteras te explican? Tú pasaste por los filiales de Celta, Atleti y Dépor. ¿Te advierten que después de todo puede suceder que no llegues? Que no todos pueden llegar al primer equipo
-No es que te lo adviertan de manera literal, no te dicen: “oye puede ser que no continúes”. No. Pero si tú eres un poco observador, si los futbolistas somos observadores, nos damos cuenta que año tras año la gente tiene que cambiar de equipo, de ciudad. Buscar otros retos y objetivos. Tú tienes que ser consciente que a lo mejor llega el día que esa persona eres tú. Solo hay que observar cómo es el mundo del fútbol. Si te das cuenta de eso lo asimilas y no te sorprende, no te coge de improviso.
-Ya han pasado 10 años desde que abandonaste el Dépor. ¿Qué ha cambiado? Se fue un chaval y ahora, el que estará el domingo, es un padre de familia.
-La vida. La vida va tan rápido que cambian muchas cosas. Tu madurez, tu capacidad para tomar decisiones. Formas una familia, cambias de ciudad… eso todo es un proceso que te da experiencia y bagaje. Maduras, valoras más las cosas del día a día y valoras más la vida. Tienes dos criaturas y una más en camino, son cosas que te van enriqueciendo, te van haciendo madurar. De Coruña sale un chaval y ahora pues ese adolescente se quedó atrás. Hay un padre y un deportista responsable. Una persona que quiere seguir creciendo y madurando a base de trabajar.
Es imposible que yo cierre las puertas al Dépor
-Antes hablábamos de Añón. Él se fue a Polonia. ¿Te has planteado el extranjero?
-La opción de irse y probar otro fútbol, otra cultura, es algo que es atractivo para cualquier jugador. Teniendo charlas con Añón él me lo recomienda abiertamente, que si se presenta la oportunidad la coja. Eso te va a hacer crecer y tener otra experiencia. Él, que ya lo vivió, sabe de lo que habla. Esos es algo que está ahí y si alguna vez se presenta la oportunidad habrá que ver si nos encaja. Ahora estoy muy centrado en lo que tengo aquí, en el cometido de la actualidad. Nosotros no tenemos el control de las cosas, si aparece habrá que estudiarlas.
-Antes me decías que una sonrisilla aún sacas cuando piensas en tu etapa en el Dépor. En la portería rival va a estar un portero que tampoco tuvo sitio en su día, se creó su carrera y años después volvió. ¿Seguirías el ejemplo de Ian Mackay?
-Sí, hombre, yo no es que la tenga que abrir. Yo me fui siendo consciente que la puerta por mi parte siempre estará abierta. Al Dépor y al Pontevedra siempre se la tendré abierta. Nunca me permitiría cerrársela, no solo por el equipo que es. Yo estoy muy agradecido al Dépor por cómo me ha ayudado a crecer, a mejorar, por cómo me ha formado como portero y persona. Es imposible que yo cierre las puertas al Dépor. ¿Mackay? Es el portero que es. Está en la forma que está por su trabajo, constancia y tozudez. Es muy tozudo. Hasta que consigue lo que se propone no para. A la vista está que lo ha conseguido: volver al Dépor, ser el portero del primer equipo, ser lo importante que es en la ciudad. Habla por sí solo de lo que es Ian. Yo me alegro mucho por él porque sé el proceso que ha vivido estos años para llegar ahí.