Quiles no pierde la sonrisa y desvela una broma de vestuario: "Me dicen que si soy una ardilla"
La sonrisa de Alberto Quiles ha sido durante dos años la sonrisa del deportivismo. Un jugador cuyo estado anímico se ha reflejado sobre el verde y que venía rindiendo a un nivel impresionante. Sin embargo, la lesión sufrida en Córdoba le dejará fuera lo que resta de liga, aunque el propio Quiles se pone un plazo de regreso más corto. El ariete onubense explicó esta mañana cómo han sido los últimos días tras lo sufrido en Córdoba y desveló cómo fue su regreso al vestuario. Quiso agradecer las muestras de cariño de la afición del Dépor y explicó que ahora le llaman "ardilla".
Quiles no pierde el humor pese a todo. El jugador andaluz habló esta mañana en la Ciudad Deportiva de Abegondo y lo hizo con muy buen humor. Lejos de venirse abajo, explica que se encuentra con ganas de empezar la recuperación y pasar la operación del próximo jueves. A partir de ahí conocerá los verdaderos plazos, que tratará de acortar.
Tendrá que jugar con máscara, pero no le importa. Tiene más ganas de volver que nadie y hará lo posible por regresar lo antes posible.
El nuevo mote de Quiles
En su comparecencia, le preguntamos a Quiles cómo fue el encuentro con sus compañeros después de estos dos días. Y desveló una broma de vestuario con la que hizo reír a todos los presentes. "Me vacilan mucho, me dicen que si soy una ardilla", comentó con humor.
Además, explicó que recibió muchos mensjaes y desde el primer día los compañeros se volcaron con él. "Me preguntan por whatsapp, por llamada, cómo estoy. A Aguantar los vaciles que me metan y muy bien".
El vestuario y la preocupación de su madre
El delantero habló también de cómo ve al vestuario de cara al objetivo y señaló una frase que les dijo. Quiles quiere que asciendan por él: "les he dicho que si ya había razones para ascender directo, yo les doy otra razón".
Además, explicó que su familia estuvo presente en Córdoba y quién fue la persona que lo pasó peor. "Mi madre es la que peor lo lleva, fueron a Córdoba. Cuando sucedió la acción se pusieron más nerviosos. Cuando vieron que no tenía el mejor aspecto sí se asustaron un poco. Estuvieron en contacto con Lari. Ahora están más tranquilos, tienen ganas de que pase la operación y que le diga cómo salió. Pero bien. Por lo menos no está tan nerviosa como el otro día", resumió.