Antonio Conte, comandante de la guardia pretoriana
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"Yo no entiendo de jóvenes o viejos, sino de ganadores o perdedores". Toda la filosofía del entrenador Antonio Conte se resume en esa frase. Por eso, la selección italiana que tratará de desalojar a España de la Eurocopa el próximo lunes es un grupo de pretorianos dispuestos a morir por una idea; todo al servicio del grupo.
Conte permaneció durante trece años en la plantilla del Juventus. Jugador con más garra que talento, pero con un gran espíritu competitivo, ejerció un liderazgo incuestionable dentro del campo, lo que le sirvió para portar el brazalete. Ganó 5 Ligas, 1 Copa de Italia, 4 Supercopas de Italia, 1 Liga de Campeones, 1 Copa de la UEFA, 1 Supercopa de Europa y 1 Copa Intercontinental. Y, sin embargo, nunca se consideró una estrella.
Por eso, en su idea de equipo no caben los versos sueltos, los genios que deslumbran con un talento intermitente, sino los trabajadores que suman su esfuerzo al bien común.
"Con él no hay término medio. O estás con el equipo o estás contra él", asegura Carlo Ancelotti que lo conoció cuando llegó al Juventus, en 1999, y ya era el capitán del equipo. "Era un líder natural, siempre supe que sería entrenador, porque todo lo observaba", asegura.
En la actual selección italiana, no hay espacio ni siquiera para el lucimiento de un histórico como Gianluigi Buffon. El mito de la portería italiana ya sabe lo que es enfrentarse a Conte. Lo sufrió cuando, con el Juventus ya campeón, interrumpió una sesión de vídeo junto al jefe ejecutivo del club turinés para negociar las primas.
Conte sacó a todos de la sala. Se quedó con el capitán y le acusó de ser un perdedor. Su obsesión, era superar los 100 puntos por primera vez en la historia del fútbol italiano. Los jugadores captaron el mensaje y ganaron por 3-0 al Cagliari.
Porque otra de las características es su meticulosidad. "Prepara igual un partido contra Malta que contra España", desvelaba el viernes Giorgio Chiellini, e incide Daniele de Rossi: "Me han dirigido muchos buenos entrenadores, pero este es especial. Cuida al máximo cada detalle. Pasa horas viendo vídeos y montando vídeos de los rivales. Prepara los partidos mejor que ningún otro y cada uno sabe lo que tiene que hacer en cada momento. Dónde estarán sus compañeros en cada momento. Eso lo hace todo más fácil".
Se vio en el primer partido, ante Bélgica. Un pase de largo de Leonardo Bonucci, aparentemente un despeje, fue dirigido a Emanuele Giaccherini a la espalda de la defensa belga. Con una jugada tan simple Italia abrió el partido.
Conte utiliza los desplazamientos largos de los centrales como arma ofensiva y los tres mediocentros para destruir el juego del rival. Nadie está libre del trabajo, porque los delanteros tienen que presionar la salida de balón. Ramos y Piqué, por eso, tendrán un partido incómodo.
"Come hierba", es otra de las expresiones que utilizaba en su época del Juventus y que denota el grado de esfuerzo que exige a cada jugador. Por eso, al preguntarle al argentino Carlos Tevez si había encontrado muchas diferencias entre Conte y Alex Ferguson contestó: "No muchas".
No aplicará el famoso "ventilador" de Ferguson -que gritaba tan cerca de la cara a los jugadores que decían que les secaba el pelo- pero 'filípicas' también son temidas.
El propio Andrea Pirlo cuenta en su biografía que lo peor que pudo hacer al llegar al Juventus fue tener la taquilla del vestuario enfrente de la puerta. Todas las botellas de agua que lanzaba Conte cuando estaba enfadado, iban hacia ella.
Minucioso y motivador, Conte exigirá el máximo a sus jugadores en el que, por ahora, será el partido más importante de su carrera como seleccionador. Sabe que cuenta con una plantilla que no regatea el esfuerzo. Como dice Buffon: "Siempre hay un suplente que está dispuesto a jugar el último minuto del partido".