Shaqiri, la supernova suiza
Los astrónomos describen una supernova como un fenómeno cósmico que resulta tras la explosión de determinadas estrellas, cuando se generan destellos de luz brutalmente intensos que pueden prolongarse durante semanas o meses, antes de que su brillo desaparezca por completo en la oscuridad del universo.
Javier Albisu
En la galaxia futbolística, menos abstracta pero tan misteriosa a veces como los mecanismos del espacio exterior, el estadio Geoffroy Guichard de Saint-Étinenne se convirtió anoche en un observatorio astrofísico y el extremo derecho suizo Xherdan Shaqiri ejerció de estrella incendiada.
Shaqiri esperó 360 minutos para salir de la invisibilidad en la Eurocopa de Francia. Dos años, en realidad, desde su última genialidad, con un triplete frente a Honduras en el Mundial de Brasil de 2014. Entre medias, un traspaso del Bayern Múnich al Inter de Milán donde, tras una campaña fallida, el futbolista terminó recalando en el Stoke City para firmar una discreta temporada.
Hasta ese gol digno de videojuego, lo más destacable Shaqiri en el torneo continental había sido una irónica declaración a la televisión suiza "SRF" tras el duelo con Francia en la fase de grupos, en la que cinco camisetas de los jugadores suizos terminaron desgarradas: "Espero que Puma no fabrique preservativos", bromeó.
Hubo que esperar hasta el minuto 82 de los octavos de final entre Suiza y Polonia para que el jugador kosovar nacionalizado helvético se inventara una chilena deslumbrante que, posiblemente, terminará convertida en el gesto técnico más hermoso de su carrera y, quizá, en el gol más alabado de la Eurocopa.
Su acrobacia desde fuera del área, una volea picada pegada al poste de Fabianski que subió el empate al marcador tras el tanto del polaco Blaszczykowski en el minuto 39, permitió que los suyos amarrasen el empate.
Tras la prórroga, Shaquiri volvió a marcar en la tanda de penaltis, aunque no logró evitar que Suiza terminase eliminada en la cruel lotería de los 11 metros (4-5) por una Polonia que se medirá en cuartos contra el Portugal de Cristiano Ronaldo, que apeó del cuadro a Croacia (0-1).
Pero el gol de Shaqiri, un menudo jugador de 24 años y 1,69 metros, se aferrará durante semanas o meses a la retina de los amantes del fútbol, igual que el resplandor de una supernova.
"Tengo una sensación extraña. He metido un gol increíble, pero estamos eliminados. Así es la vida, así es el fútbol. Tenemos que aprender de nuestros errores", dijo el futbolista en rueda de prensa, tras haber sido elegido el mejor jugador de un partido que, en su opinión, debieron ganar los suyos.
Sin embargo, su gol ha adquirido una segunda vida en las redes sociales, donde la gimnástica ejecución del delantero natural de Zhegër (Kosovo) ha dado varias vueltas al mundo.
"Es la primera vez en la historia que dos miembros de una pareja marcan en la Eurocopa: Piqué y Shaqiri", bromeó en Twitter tras el tanto del suizo Shakira, la esposa de Gerard Piqué, el defensa español que hizo el gol de la victoria en el 1-0 entre España y la República Checa.
El golpe de talento de Shaqiri prueba que tiene fútbol en sus botas para llegar donde quiera, pero su disciplina parece poner freno a la progresión de un jugador llamado a alcanzar la cima del fútbol pero que, por ahora, ha terminado convertido solo en uno más de la plantilla del Stoke, noveno clasificado en la "Premier League" inglesa.
"Hay preguntas que plantearse sobre su estado de forma y su higiene de vida porque ha sufrido muchas lesiones musculares", comentó en la víspera del partido en "L'Équipe" el exdefensor suizo del Liverpool Stéphane Henchoz.
Volviendo al símil astronómico, tras la belleza lumínica de una supernova, la estrella puede quedar completamente destruida o conservar su núcleo central que, en ocasiones, colapsa y alumbra un agujero negro.
Por el bien del espectáculo deportivo, esperemos que Shaqiri demuestre que el fútbol y la ciencia espacial no son disciplinas equiparables.