Alemania buscará otro 7-1 ante el anfitrión

La selección alemana se enfrentará a Francia este jueves en el partido de semifinales disputado en el Velodrome de Marsella con el recuerdo de la última vez que se enfrentaron a un anfitrión en una fase final: ese histórico 7-1 a Brasil en las semis del último Mundial.

 
El estadio Mineirao se produjo uno de las mayores goleadas de la historia de la Copa del Mundo, la mayor recibida por un anfitrión y la más abultada en un partido de eliminatorias. Además, el rival era Brasil, lo que engrandece aún más la gesta de los de Löw. Un resultado que confirmaba la gran racha de Alemania frente a los anfitriones, una racha que dura desde el año 1966 y que deja un balance a favor de los germanos de 6 victorias, 2 empate (con clasificaciones incluidas) y sólo 2 derrotas.


La primera vez que la 'Mannschaft' se enfrentó a un anfitrion en un gran torneo, aún bajo la denominación de Alemania Federal, fue en el Mundial disputado en Suecia en 1958. En semifinales, la selección nórdica y la germana se jugaban enfrentarse a la Brasil de un jovencísimo Pelé en la final.
Alemania, campeona del mundo en Suiza cuatro años antes, se adelantó en el marcador con un tanto de Schafer, pero los suecos lograron darle la vuelta al marcador para dejar en la cuneta a Alemania y lograr la única final de su historia.

 
Ocho años después, comandada ya por un joven defensa que haría historia en el mundo del fútbol, Franz Beckenbauer, Alemania Federal se coló en la final del Mundial de 1966 en Wembley, donde se enfrentaría a la selección anfitriona, Inglaterra.
El 2-2 llevó el encuentro a la prórroga y ahí se produjo uno de los errores arbitrales más famosos de la historia del fútbol. Geoff Hurst disparó y el balón, tras golpear en el larguero, botó en la línea sin llegar a rebasarla. El árbitro señaló gol e Inglaterra se impondría 4-2 en la última derrota de Alemania frente a un anfitrión en una fase final.

 
En 1976, en la Eurocopa de Yugoslavia, las semifinales depararon un duelo entre Alemania, vigente campeona de Europa y el Mundo contra la selección local. A pesar de que los yugoslavos se adelantaran 2-0, los germanos consiguieron empatar con un tanto de Dieter Muller a falta de 10 minutos.
En la prórroga, dos goles más de Muller metieron a los de Schon en la final, donde caerían en la tanda de penaltis ante Checoslovaquia con aquel famoso e histórico lanzamiento de Panenka. Esta fue la primera de todas las posteriores victorias alemanas ante los anfitriones.

 
La racha continuó en el Mundial de 1982, el de España. La extraña segunda ronda que se puso en práctica exclusivamente en el Mundial español deparó un Alemania-España en un grupo en el que también estaba Inglaterra.
La selección nacional caía eliminada en ese partido después de que los hombres liderados por Rumeniegge vencieran por 2-1 con los goles de Fischer y Littbarski. El tanto de Zamora no pudo evitar que los de Miguel Muñoz se fueran para casa a pesar de que aún debían jugar frente a Inglaterra.

 
En el Mundial de México llegó el único empate de Alemania contra un anfitrión. Puede contarse como victoria, eso sí, ya que los germanos, entrenados por Beckenbauer, lograron la victoria en los penaltis ante la selección azteca para meterse en semifinales.
El 0-0 inicial ante los Hugo Sánchez, Negrete y compañía provocó que Schumacher se erigiera como héroe en la tanda de penaltis para permitir seguir avanzando a Alemania de camino a una final en la que perderían ante Argentina.

 
De ahí a 1992, fecha en la que las semifinales de la Eurocopa depararon un duelo entre Alemania y la anfitriona Suecia, en el debut de los nórdicos en una Eurocopa.
Los alemanes se vengaron de la derrota en 1958 con una victoria por 3-2 certificada por el tanto postrero de Karl Heinz Riedle que ponía de nuevo a los alemanes en una final continental doce años después, igualando su racha más larga sin acceder a una final de Eurocopa.

 
Misma situación cuatro años después. Semifinales de Eurocopa ante una Inglaterra que también había conseguido vencer en casa a Alemania, 30 años antes con aquel polémico gol de Hurst.
El 1-1 colocado en el marcador desde el primer cuarto de hora de partido no se movió hasta el final de los 120 minutos de juego. Ahí, después de 10 lanzamientos sin fallo, Southgate erró su lanzamiento para que Alemania pudiera llevarse la final de Wembley unos días más tarde.

 
El sueño de Corea del Sur en 2002 llegó a su fin en semifinales. Después de vencer con polémica incluida a Italia y España, Alemania ya fue demasiado en la penúltima parada antes de la final de Yokohama.
El mejor jugador alemán en aquel torneo, Michael Ballack, logró con un derechazo el único tanto del partido. Un gol que se vería empañado por la tarjeta amarilla que vio en ese partido y que le impidió jugar la final contra Brasil.

 
La Eurocopa de 2008 fue el último torneo continental en el que Alemania se enfrentó a uno de los anfitriones. Fue contra Austria en el partido final de la primera fase en la que los germanos se complicaron la vida al perder contra Croacia. 
Al igual que en Corea, Michael Ballack fue decisivo. Ya como capitán, el futbolista del Chelsea le dio la victoria a la 'Mannschaft' con un golazo desde fuera del área que se convertiría en el único tanto del partido. Sólo España pudo acabar con la primera versión de la Alemania de Joachim Low.

 
Y de ahí al último partido de Alemania contra una selección local en un torneo. La más conocida de todas, la goleada con la que los hombres de Low arrasaron a una 'canarinha' que vivió sus horas más negras desde el 'Maracanazo' en 1950. 
A la media hora de partido, los teutones iban ya 5-0 arriba en una exhibición ofensiva y de juego de presión con los goles de Kroos (2), Müller, Khedira y un Klose que superó a Ronaldo como máximo goleador histórico de la historia de los Mundiales. El 7-1 final, con dos tantos más de Schurrle elevó a Alemania a los altares del fútbol antes incluso de jugar la final, donde vencieron a Argentina en la prórroga.