El pánico de los jugadores tras el atentado: volvieron al césped a buscar a sus familias
-
Un atentado terrorista deja dos hinchas suecos muertos en la previa del Bélgica-Suecia
-
El partido fue suspendido al descanso por decisión de los dos equipos
El encuentro de clasificación para la Eurocopa de 2024 entre Bélgica y Suecia se vio violentamente interrumpido en la noche del lunes por un atentado terrorista en el que dos hinchas suecos fueron asesinados. El partido se disputaba en el Estadio Rey Balduino de Bruselas cuando saltó la terrible noticia. Durante varios minutos reinó el desconcierto en las gradas y en los vestuarios. El terrorista no había sido capturado y las autoridades decidieron retener a todo el mundo en el estadio por seguridad.
Al descanso, los futbolistas fueron informados de la situación, la escuadra escandinava decidió que no iba a seguir jugando y los belgas apoyaron la decisión al instante. Por este motivo, el encuentro fue suspendido. El marcador, que para ese momento no importaba ya a nadie, reflejaba un empate a uno. En la grada, los aficionados suecos se mostraban consternados y los belgas, de forma espontánea, comenzaron a cantar en homenaje a los dos asesinados.
En un momento dado, los futbolistas belgas y suecos saltaron al césped de nuevo desde los vestuarios en busca de sus amigos y familiares. Las noticias de que el terrorista no había sido capturado generaron aún más angustia entre los futbolistas y los fans y la policía belga decidió retener a todos en el estadio durante algunas horas. Jugadores de las dos escuadras decidieron entonces saltar al césped de vuelta para buscar a sus familiares en la grada y hacerles salir del estadio junto a los equipos, en lugar de permitirles evacuar por otras vías. En esas imágenes se pudo ver a varios futbolistas caminando sobre la pista de atletismo del estadio y buscando entre las gradas.
Atentado en Bélgica en plena guerra entre Hamas e Israel
Los asesinatos de Bruselas coinciden con el estallido de la guerra entre Israel y Hamas. En apenas diez días, el conflicto, de extrema violencia, ha segado la vida de más de 4.000 personas, mayoritariamente civiles y con un número estremecedor de niños muertos. Más de mil menores habrían sido asesinados en uno y otro bando entre el ataque terrorista de Hamas y los bombardeos posteriores del ejército israelí.