La reconquista de Constantinopla termina en Madrid
Manuel Sánchez Gómez,Liverpool, 7 may (EFE).- Cuando Jerzy Dudek detuvo el penalti lanzado por Andriy Shevchenko, pausó el tiempo. Quebró el cronómetro y lo dejó en espera, entregando la llave para hacerlo correr de nuevo a unos chicos que reconquistarían Constantinopla catorce años después.,No estaban ya Steven Gerrard, Xabi Alonso ni Jamie Carragher. El paso del tiempo había mantenido fresco en la memoria un recuerdo, a priori, irrepetible. Nada había erosionado el momento del remate de cabeza
Manuel Sánchez Gómez
Liverpool, 7 may .- Cuando Jerzy Dudek detuvo el penalti lanzado por Andriy Shevchenko, pausó el tiempo. Quebró el cronómetro y lo dejó en espera, entregando la llave para hacerlo correr de nuevo a unos chicos que reconquistarían Constantinopla catorce años después.
No estaban ya Steven Gerrard, Xabi Alonso ni Jamie Carragher. El paso del tiempo había mantenido fresco en la memoria un recuerdo, a priori, irrepetible. Nada había erosionado el momento del remate de cabeza de Gerrard, el disparo lejano de Valdimir Smicer, ni el penalti fallado y apuntillado después por Alonso. Historia 'Red' que no tenía necesidad de ser renovada por ser aún una pintura en fresco en el imaginario mundial.
El Liverpool, sin embargo, se estaba acostumbrando a perder. Finales de la UEFA, de la 'Champions' y ligas, sobre todo, ligas. El resbalón de Gerrard en Anfield, las lágrimas de Luis Suárez en Selhurst Park, la derrota ante el Sevilla, los errores de Karius en Kiev... Momentos que convirtieron al Liverpool en un club acostumbrado a la derrota, necesitado de un punto de inflexión.
No fue el torrente que eliminó al Manchester City en 2018. Puede que tampoco lo sea el equipo que solo acumule una derrota en la Premier. Que lo sea el equipo que eliminó al Barcelona con un 4-0 en Anfield está a un solo paso de distancia.
Sin Mohamed Salah, Roberto Firmino, ni Naby Keita, Anfield transformó a sus suplentes, Divock Origi y Xherdan Shaqiri en un nivel superior. Les elevó a protagonistas, les volteó en la victoria hasta que salieron arropados del templo inglés.
El Liverpool se subió a lo más alto de Anfield y puso en marcha el reloj parado por Dudek catorce años atrás. No lo hizo en solitario, no fue un explorador aislado. Uno a uno, los jugadores de un Liverpool creado como un equipo y no como una formación de estrellas formaron una escalera al cielo y volvieron a dar cuerda al reloj.
Ahora marca las 20:00 hora inglesa del 1 de junio; el momento en el que el esférico europeo volverá a rodar y el Liverpool intentará reclamar su sexta Copa de Europa. La reconquista de Constantinopla terminará en Madrid.