Arranca con tropezón

El FC Barcelona arrancó su pretemporada con un encuentro gris en el que se notó la falta de ritmo competitivo y la ausencia de grandes nombres. Ni el debut de Griezmann, De Jong y Neto -ninguno estuvo demasiado acertado- pudo 'disimular' el primer tropezón del curso.

De más a menos. El Barça de Ernesto Valverde arrancó el encuentro ante el Chelsea con optimismo, descaro y valentía. Con Riqui Puig como guía del conjunto, el equipo culé bailaba a su ritmo, con despreocupación... pero sin acierto. Y encima, apenas duró 20'.

Griezmann hacía de '9' y Dembélé junto a Collado aportaban velocidad en banda. Sin embargo, en una primera mitad sin apenas ocasiones destacadas, el gato se mojó en el área culé.

Tras media hora de apatía, un error de un Sergio Busquets presionado en el centro del campo le regaló la bola a Abraham -punta inglés- dentro del área y con suma facilidad superó a Ter Stegen.

Al descanso, mal sabor de boca. El equipo no arrancaba, Griezmann se llevaba un duro golpe en su rodilla y Valverde debía modificar movimientos y piezas en su equipo.

Carrusel de cambios con De Jong... y sin delantero

Ernesto Valverde aprovechó el paso por vestuarios para mover el árbol culé, cambiar su once y sorprender a propios y extraños. Junto al debut de Neto y De Jong, aparecieron nombres como los de Malcom o Rafinha en un once en el que el brasileño estaba llamado a hacer de 'falso 9'.  

La renovación volvió a aportar frescura, nuevas ideas y peligro en el contragolpe. Rafinha se movía con libertad arriba -fue el mejor de los suyos en la segunda parte- y Malcom acompañaba con peligro. Pero nada podía con la barrera de Kepa.

Sin embargo, dicha frescura se frenaba constantemente por los cambios del Chelsea. Lampard iba sustituyendo poco a poco y con su equipo más desarrollado -ha jugado más amistosos- iba dominando el tempo a la perfección.

Neto detenía el peligro inglés (hizo dos buenas paradas, una de ellas a Batshuayi), pero un disparo de Barkley desde la frontal acabó con cualquier esperanza de conseguir el empate. Rakitic, con un fuerte disparo desde la frontal, consiguió maquillar el resultado.

El físico se notó, la intención se notó y las ausencias -más importantes en el Barcelona- fueron determinantes. El FC Barcelona arranca con un tropezón, con sensaciones encontradas y con mucho por mejorar antes del arranque de la temporada.

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