Xavi Simons, 16 años, la edad desesperante
Luis Villarejo
Madrid, 23 jul .- Es una de las noticias del verano. Xavi Simons, al PSG. Nació el 21 de abril de 2003. Acaba de cumplir 16 años. La edad que temen todos los clubes grandes. Es el momento de la verdad. Los directores generales tiemblan. La FIFA permite desde el año 2001 que puedan salir libres este perfil de futbolistas con 16 años. A FIFA le gustaría aplazar a los 18 años este tipo de situaciones, pero la Unión Europea lo dejó bien claro. Hay libertad de circulación de trabajadores y por tanto, el fútbol es una actividad más de la sociedad y no puede caminar por otra autopista conduciendo con otro reglamento. FIFA, en cambio, sí puede ampliar a los 18 estas salidas a futbolistas de países fuera de la UE.
Con la ley en la mano nada que objetar. Pero es triste que se dén este tipo de atmósferas. Suena injusto a que un club como el FC Barcelona no tenga nada que decir. Un club como el FC Barcelona capta el talento, lo promociona y de repente, llega un huracán y se va gratis a otro sitio.
Xavi Simons tiene ángel. La primera vez que le ví en directo en LaLiga Promises en Miami con el FC Barcelona entendí como se puede ser líder con 12 años. Nunca ví nada igual. Todo aquel equipo pasaba por su batuta. Dentro y fuera del campo. Lucía el brazalete de capitán con orgullo, jugaba al fútbol de cine, es valiente y audaz. Inundaba de ánimo al resto de compañeros en el túnel de acceso al césped.
Vi el torneo sentado en la grada al lado de Raúl González Blanco y de Frank Rijkaard. Y nos fijamos mucho en Xavi Simons, al que saqué una foto, por cierto que publicamos también en nuestro twitter. Pero también pusimos el foco en David De la Víbora, un niño de Móstoles, muy bueno, también con pelo afro, que ha cumplido la misma edad que Simons, pero que acaba de renovar por el Real Madrid. Misma situación, diferente escenario. Y quizás, diferente negociación.
El niño De la Víbora, al acabar el torneo de Miami, recibió un regalo inolvidable. Raúl le dio sus botas. Y David se emocionó con el detalle. Son edades que no garantizan nada. No es obligatorio ser una estrella. Pero sí conviene tomar nota, aunque luego lleguen decepciones.
Simons es hijo de futbolista profesional. Quizás eso es crucial. Su padre, Regillio jugó en los 90 con Van Bommel en el Fortuna Sittard holandés. Y los futbolistas a veces quieren con sus hijos ir más deprisa en el negocio del fútbol.
Hace unos años, Santi Cañizares, en el gran torneo que organiza José Ramón de la Morena en Costa Adeje, en Tenerife, siendo entonces comentarista de Canal Plus, tuvo ojo clínico. El sabe mucho, mucho de fútbol. Y además lo cuenta bien. Jugaba el Valencia CF con un niño coreano de 12 años. Se llamaba Kangin Lee. Lo estaba bordando. Así que, en un momento determinado, le salió del alma, se quitó los auriculares y lanzó una voz al aire: "Por favor, quitadle ya, que nos lo van a robar". Kangin Lee se lució en Arona. Hoy es el Balón de Oro del Mundial sub '20. Afortunadamente para el Valencia sigue en Mestalla.
El fútbol de base deber ser transparente y limpio. Y sano. Pero Cañizares tenía razón. O se construyen códigos éticos o la ley de la selva nos hará a todos escépticos en un deporte hermoso y cada vez más repleto de negocio que es el fútbol.