De luchar por el Balón de Oro... a competir con Braithwaite
Cuesta abajo y sin frenos. Esa parece ser la dinámica de Antoine Griezmann, que el sábado se enfrentó a la realidad de ser suplente en este FC Barcelona y el martes se medirá a su pasado, recibiendo en el Camp Nou al Atlético de Madrid. Un club en el que llegó a estar cerca de ganar el Balón de Oro.
Griezmann rozó el Balón de Oro en 2018
Aquello fue en el año 2018. Antoine Griezmann se había proclamado campeón del mundo con Francia en el Mundial de Rusia, había sido el gran líder de un Atlético de Madrid que ganó la Europa League y también logró la Supercopa de Europa con el cuadro rojiblanco, que goleó al Real Madrid (2-4) en la final.
Griezmann acabó en tercera posición de aquella clasificación del Balón de Oro, en la que Luka Modric fue el ganador y Leo Messi quedo en segunda posición. En cambio, el francés cayó un año más tarde al puesto 18º. Ahora, su realidad parece estar bastante alejada de los mejores jugadores del mundo.
La dura realidad de Griezmann
Suplente ante el Sevilla FC en un duelo crucial y suplente ante el Celta de Vigo en otra visita determinante para luchar por el título liguero. Entre medias, una titularidad en la que aportó más bien poco. Antoine Griezmann llegó al Barcelona por 120 millones de euros, a los que hay que añadir otros 15 millones de compensación. Su fichaje, por contra, está muy lejos de las expectativas generadas.
No se compenetra con el equipo, no se encuentra a sí mismo. Sus números, con 14 goles y cuatro asistencias entre todas las competiciones, difieren bastante de la realidad. El martes, el francés se reencontrará con su pasado frente el Atlético de Madrid en un duelo en el que, esta vez sí, apunta a la titularidad en uno de los momentos más delicados de su carrera deportiva.
🤔 ¿Barrera mal colocada o dejadez de Griezmann en el empate de Iago Aspas en el #CeltaBarça? (Incluye vídeo) https://t.co/RRoQTmuSr1
— ElDesmarque Barça (@ElDesmarque_FCB) June 27, 2020