El cambio que cambió todo
El FC Barcelona ha perdido toda posibilidad de ganar el título de LaLiga Santander tras la victoria del Real Madrid ante el Villarreal. La racha liguera culé, que había ganado las dos últimas ligas, finaliza sin Valverde pero con un Quique Setién muy cuestionado en el banco... y con Leo Messi muy enfadado.
El de Santander, que estaba cuidando a sus vacas -tal y como explicó el día de su presentación- se encontró con el desafío de entrenar al Barça casi sin esperarlo. Tras la derrota en la Supercopa de España, Bartomeu decidió rescindir el contrato de Ernesto Valverde, un hombre que no convencía en el juego, que entrenó a la plantilla que se eliminó ante la Roma y el Liverpool pero que en el campeonato liguero no tenía discusión alguna.
Su equipo era líder por allá del mes de enero, el Barça superaba en -casi- todo al Real Madrid y parecía que otro año más, el tercero consecutivo, el título sería azulgrana. Pero todo cambió (como la canción).
Quique Setién se instaló con dudas y cerró el curso con las mismas. “Asumo la responsabilidad, pero no toda. Yo no soy el único culpable de haber perdido LaLiga”, decía en su última comparecencia pública previa al encuentro ante Osasuna.
El discurso del juego bonito no coincidió con el que practicó su equipo -condicionado, evidente, por el parón provocado por la COVID-19- y los “tres empates” que señaló Setién ante Sevilla, Celta y Atlético de Madrid, -además de la derrota ante Osasuna- acabaron por dejar sin opciones a su equipo ante un Real Madrid muy serio.
La Champions, el último recurso de Quique Setién
Josep María Bartomeu, a pesar de todo, se ha empeñado en asegurar que el futuro de Quique Setién en esta próxima Champions League está asegurado. Cree que el de Santander aún puede sacar rendimiento de su plantilla.
Pero la realidad es que, según las últimas informaciones, la Champions League es el único punto de salvación para un Quique Setién que, si se elimina ante el Nápoles, verá como irremediablemente su ilusión, su sueño en el FC Barcelona termina de forma precipitada.
Él se ve un año más en Barcelona, él confía en seguir, pero la Champions será su último recurso.