Luis Suárez (min. 44)
La encrucijada de Koeman
En un partido de tanta magnitud como el Atlético de Madrid-FC Barcelona, casi nunca se han dirigido tanto las miradas a los banquillos; a Ronald Koeman, ante su final con el club azulgrana, y a Diego Simeone, aún frente al puzzle de encajar piezas de tanta dimensión en un solo bloque incontestable.
Cada uno, a su manera, se enfrentan a una encrucijada este sábado en el Wanda Metropolitano, con la repercusión que tendrá el triunfo, el empate o la derrota desde todas las perspectivas: la clasificación de LaLiga Santander -ambos a remolque del liderato del Real Madrid-; la confianza, las dudas o las expectativas de los dos conjuntos; o el futuro de Koeman, aparentemente ya sentenciado.
Porque no son lo que pretenden aún ni el Atlético, reforzado por Antoine Griezmann o Rodrigo de Paul, ni el Barcelona, que ha perdido a Lionel Messi y al propio delantero francés. A sus procesos de engranaje les falta tiempo y necesitan resultados, tan escaso lo primero y tan esencial lo segundo en un calendario que devora partidos sin pausa, sin saborear ni siquiera la victoria, sin digerir del todo la derrota y siempre expuestos en cada compromiso.
Ya con siete jornadas de Liga -en el caso del Barcelona una menos- y dos de UEFA Champions League disputadas, ninguno de los dos convence, aunque el ruido que desprenden uno y otro club son opuestos: Simeone es el líder intocable del Atlético, tal y como se ha ganado desde que llegó hace ya casi una década; Koeman sobrevive todavía en el Barcelona, mientras intuye un despido inminente, más aún después del expresivo y desastroso 3-0 del miércoles en Lisboa.
En ese ambiente convulso tras la derrota ante el Benfica que le complica el pase a los octavos de final de la Liga de Campeones y con Koeman prácticamente sentenciado a la espera de que Joan Laporta le encuentre un sustituto, surge un partido que podría ser el último del técnico neerlandés, que, además, no se podrá sentar en el banquillo del Wanda Metropolitano por sanción.
Tras este encuentro llegará el parón de selecciones, que dejará a la dirección deportiva del Barça con 15 días por delante para decidir quién será el sustituto. Xavi Hernández, Andrea Pirlo y Roberto Martínez son los principales candidatos.
Este viernes, Laporta estuvo toda la mañana en la Ciutat Esportiva Joan Gamper sin que se viera en ningún momento con Koeman, algo que no pareció gustarle demasiado al técnico azulgrana. "Una vez más a mí no me han dicho nada. Pero tengo orejas y ojos y ya sé que se filtran muchas cosas y algo debe ser verdad", explicó en la rueda de prensa previa al partido.
Por si las malas noticias en el Barça fueran pocas, el club anunció la baja de Pedro González, 'Pedri', a causa de una lesión muscular en el cuádriceps de la pierna izquierda tras haber reaparecido ante el Benfica el miércoles.
Este contratiempo, sumado al pobre nivel que ofreció Sergi Roberto ante el conjunto portugués, podría devolver la titularidad en el centro del campo al canterano Pablo Páez Gavíria, 'Gavi', convocado por primera vez por Luis Enrique para la selección española absoluta.
La novedad en la convocatoria del Barça es Jordi Alba, que recibió el alta médica tras haberse recuperado de la lesión en el bíceps femoral del muslo derecho que se hizo en el estreno de la Liga de Campeones ante el Bayern Múnich y que le ha hecho perderse los partidos ante el Granada, el Cádiz, el Levante y el Benfica.
Mientras el Barcelona perdía 3-0 con el Benfica, el Atlético ganó el martes 1-2 en Milán, con los dos goles en los instantes finales, entre ellos el 1-1 de Griezmann, pero con una larga enumeración de matices, defectos y preocupaciones que lo alertan de una realidad aún muy lejana de sus pretensiones esta temporada o de los rasgos que lo hicieron campeón de Liga hace apenas cuatro meses.
Ni fiable ni contundente ni agresivo, el Atlético es un colectivo en duda por ahora en esta campaña, agarrado a las individualidades, a los lapsus rivales y a los últimos minutos para ganar más partidos de los que ha merecido: cinco de los nueve duelos que ha disputado, en los que, en muchos casos, han coincidido todos esos factores.
Al Getafe y al Milan los remontó, no sin apuros, ya con superioridad numérica sobre el campo, con tantos en los instantes finales. En el minuto 99 venció al Espanyol en el RCDE Stadium y en el 95 empató 2-2 contra el Villarreal, aunque entonces sí había merecido la recompensa como mínimo de la igualada, sino el triunfo. Al Elche lo doblegó por un fallo, en Vitoria perdió con justicia y contra el Athletic y el Oporto empató a nada... Y pudo perder.
Ha recibido gol en contra primero en cinco de sus últimos siete choques (los otros dos acabaron 0-0); ha evidenciado una fragilidad defensiva desconocida; ha sufrido contra el repliegue rival, pero también contra la presión alta, tal y como lo desfiguró el pasado martes el Milan en el primer tiempo; y no crea ni la mitad de ocasiones que hace un año. Tampoco tiene tanta pegada como entonces. Le falta velocidad, con y sin balón. Un nuevo plan para su presente.
Y no se reconoce apenas cuando rememora su pasado reciente. A su reencuentro acude Simeone, que idea y proclama un cambio en ataque para contraponer a la nueva exigencia que percibe de sus oponentes, mientras insiste, aún sin éxito, en la conjunción milimétrica de todos los recursos de los que dispone, más que nunca en el Atlético. De Griezmann y De Paul con Joao Félix, Luis Suárez, Lemar, Koke...
Al atacante francés no se le espera en el once de este sábado. A los demás, sí. También a Jan Oblak, Mario Hermoso, José María Giménez, Marcos Llorente, Yannick Carrasco y Stefan Savic. Son baja Geoffrey Kondogbia, por ciclo de cinco tarjetas amarillas, y Matheus Cunha, por una lesión muscular. El resto están todos disponibles.