El Barça está de aniversario: 30 años de la primera Copa de Europa de Wembley
Sediento de besar la gloria europea, el Barça celebra este viernes 30 años de la primera vez: el 20 de mayo de 1992. Levantar la primera Copa de Europa (actualmente UEFA Champions League) significó un punto de inflexión que cambió la mentalidad de un club que en los últimos años echa de menos no solo ganar, sino participar en la máxima competición europea.
Las leyendas que cambiaron la historia del Barça
Desde que Ronald Koeman superara al portero del Sampdoria, Gianluca Pagliuca, en el minuto 111 con un potente libre indirecto, el Barcelona ha jugado, en las últimas tres décadas, cinco finales de la Liga de Campeones alzando el título en cuatro de ellas (2005-06, 2008-09, 2010-11 y 2014-15).
De ser considerado un club innovador en lo futbolístico pero con la etiqueta de perdedor en las grandes citas, Johan Cruyff renegó de los estereotipos del pasado y dio el impulso necesario para que el Barça entrara, definitivamente, dentro de los grandes clubes de Europa.
Hasta esa fecha, el Barcelona siempre había contado en sus filas con jugadores excelentes. Ladislao Kubala, Johan Cruyff y Diego Armando Maradona, entre muchas otras estrellas. Todos ellos marcaron una época en su momento con la camiseta azulgrana.
En primer lugar, Kubala capitaneó el Barça de las cinco copas en la temporada 1951-52. Cruyff, como jugador, levantó en 1974 la primera Liga en color con el 0-5 en el Santiago Bernabéu como bandera. Maradona dibujó gambetas imposibles que todavía se recuerdan en el Camp Nou, si bien su obra quedó incompleta por las lesiones y su corta etapa (1982-1984).
Sin embargo, no consiguieron levantar la Copa de Europa vestidos de azulgrana. Y eso que antes de Wembley 92, el Barcelona había tenido dos oportunidades de ganar la 'orejona'.
La maldición culé en las finales europeas
La primera el 31 de mayo de 1961 en Berna (Suiza). Hasta esa fecha, la Copa de Europa era un título exclusivo del Real Madrid, que había ganado las cinco primeras ediciones.
Liderados por Kubala, Czibor, Kocsis y Luis Suárez, el Barça partía como favorito para superar al Benfica, pero los postes rectangulares de las porterías impidieron que una de las generaciones más célebres de la historia azulgrana se quedara sin el máximo título europeo.
Cuatro fueron los balones que el Barcelona estrelló aquel día en la madera, en un partido controlado por los azulgranas pero que acabó con victoria portuguesa (2-3).
Tuvieron que pasar 25 años para que el Barça volviera a disputar una final de la máxima competición europea. Fue el 7 de mayo de 1986, una de las noches más tristes de su centenaria historia.
Después de remontar un 3-0 en contra en la vuelta de las semifinales ante el Goteborg en la gran noche de 'Pichi' Alonso, el equipo entrenado por Terry Venables lo tenía todo a su favor para acabar con los sueños de un desconocido Steaua de Bucarest.
La defensa rumana evitó la presumible victoria azulgrana y el desconocido portero Helmuth Duckadam emergió en la tanda de penaltis parando cuatro lanzamientos y dando la única Copa de Europa en la historia del fútbol rumano.
Las Recopas, un consuelo para los fracasos europeos
Sin suerte en la máxima competición europea, las generaciones anteriores a Wembley se conformaron con celebrar Recopas de Europa. La primera fue el 16 de mayo de 1979 en Berna, donde se vivió una gran movilización al extranjero de aficionados azulgrana. Cerca de 35.000 culés presenciaron en directo el triunfo de los Rexach, Asensi y Krankl ante el Fortuna de Düsseldorf alemán (4-3).
Después, llegaron otras dos Recopas más ante el Standard de Lieja (2-1, 1982) y el Sampdoria (2-0, 1989), esta última final con Johan Cruyff sembrando la semilla del 'Dream Team'.
La Copa de Europa de Wembely, un espejismo que duró 12 años
Sin embargo, el punto de inflexión de Wembley 92 no fue inmediato, pues el Barcelona no conquistaría la segunda Copa de Europa, ya en formato Liga de Campeones, hasta el curso 2005-06 con Frank Rijkaard. Antes llegaría una decepción similar a la de Sevilla 86, la final de Atenas 1994 ante el Milan de Fabio Capello, un 4-0 incontestable que significaría el punto y final del 'Dream Team', que dos años antes había besado la gloria en Londres.
Es decir, el Barça tardó doce años en disputar una final de la Liga de Campeones. Con Rijkaard en el banquillo y el mejor Ronaldinho como líder en el campo, la entidad puso fin a años de depresión superando al Arsenal en París (2-1) y consiguió el impulso definitivo para confirmar la mentalidad ganadora que importó Cruyff con su apuesta por el buen juego.
Pep Guardiola y Luis Enrique, los entrenadores que heredaron la voluntad de Johan Cruyff
Pep Guardiola reafirmando esa filosofía explotando las virtudes de una de las mejores generaciones futbolísticas de la historia azulgrana. Con Xavi, Iniesta y Messi como estandartes, el club azulgrana levantó dos títulos europeos más, todos ellos ante el Manchester United: Roma 2009 (2-0) y Wembley 2011 (3-1).
Ya con Luis Enrique Martínez en el banquillo, el Barcelona del tridente formado por Messi, Suárez y Neymar conquistó en 2015 ante el Juventus (1-3) la quinta y última Liga de Campeones hasta la fecha.
El Barça volvió a su maldición europea
Siete años han pasado desde que el ahora técnico del primer equipo, Xavi Hernández, levantara en Berlín la última 'orejona' presente en las vitrinas del club. Desde entonces el Barça ha naufragado en la Liga de Campeones.
Actuaciones desastrosas ante el Juventus, el Roma, el Liverpool, el Bayern Múnich y el París Saint Germain evidenciaron la debacle deportiva de una entidad que entre 1992 y 2015 se había convertido en una referencia europea.
En 30 años, el Barcelona ha pasado de no figurar en el palmarés de la Copa de Europa, a que solo Real Madrid (13), Milan (7), Bayern Múnich (6) y Liverpool (6) le superen en número de títulos. De Wembley 1992 a la gloria. Una final que cambió la mentalidad de un club, que 30 años después busca recuperar la identidad que le hizo grande.