Joan Laporta, presidente del FC Barcelona, respira aliviado. Fue autorizado por parte de los socios a activar las palancas económicas que supondrán que el club pueda destinar 200 millones a fichajes. Y dentro de los fichajes que el club quiere realizar, las prioridades parecen estar claras: Robert Lewandowski y Jules Koundé.
Ambas contrataciones entrañan dificultad, pero, centrándonos en la contratación del francés, las pretensiones económicas del Sevilla ponen en la cuerda floja la operación deseada por Xavi Hernández.
El Sevilla lo tiene claro, para vender al futbolista tendría que ser por más de 60 millones de euros. Tras vender a Diego Carlos, Monchi y Castro no tienen tantas urgencias para vender al defensor francés aunque son conscientes de que lo más previsible es que salga este verano.
El Barça no quiere llegar a esas cifras y Laporta juega con la ventaja de que el Sevilla esperaba que la Premier League presionase más por su fichaje y, de momento, el Chelsea, que era el principal candidato a firmarlo, no ha aparecido.
El Sevilla no parece para nada dispuesto a moverse de las cantidades mencionadas, y Laporta quiere contentar a Xavi pero no tiene la intención de pagar esas cantidades.
El cuadro hispalense además no quiere que se incluyan futbolistas en la operación para rebajar el precio. Francisco Trincao y Sergiño Dest son los nombres que han apuntado desde el Barça, pero por Koundé sólo se quiere obtener efectivo para ir con más garantías a por un reemplazo en el mercado.