Joan Laporta apunta a Xavi Hernández como el gran responsable: en el Barça no querían ni sentarse a negociar

Ousmane Dembélé acabó como uno de los señalados tras el encuentro ante el Rayo Vallecano. Ciertamente, rindió a un nivel bastante pobre, y no generó sensación de peligro en ninguna de las acciones en las que intervino. Prácticamente ni entró en juego, y pasó totalmente desapercibido. Pese a ello, sigue gozando de la total confianza por parte de Xavi Hernández, que desde el primer día demostró ser el gran valedor del extremo francés.

Así se lo ha demostrado en todo momento, colocándolo como titular indiscutible, y siendo pieza clave en sus alineaciones. Y presionó a Joan Laporta y a Mateu Alemany para que cerraran su renovación, pese a que muchos la desaconsejaban, debido al elevado sueldo que percibía, y a su historial de lesiones y de escándalos extradeportivos. Sin embargo, finalmente el entrenador catalán se salió con la suya, y logró que ‘el Mosquito’ se quedara.

Una decisión que para muchos ha sido errónea. Porque, aunque haya aceptado rebajarse el sueldo de manera considerable, consideran que no era para nada necesario, en especial, después de la contratación de Raphinha. A él hay que sumarle a Anssumane Fati, cuya progresión está taponando, y también a Pierre-Emerick Aubameyang y Ferrán Torres, que pueden jugar perfectamente en su posición. Y no hay que olvidar que por este último pagaron mucho dinero en el mercado invernal.

Como señalan en ‘El Nacional’, en la directiva comienzan a arrepentirse de prolongar el vínculo de Dembélé, que es cierto que hizo una buena campaña, la anterior, pero tampoco fue de sobresaliente. Y es que, si bien es cierto que acabó siendo el máximo asistente de La Liga Santander, tampoco se puede descuidar el hecho de que solamente fuera capaz de anotar dos goles entre todas las competiciones. Un bagaje realmente paupérrimo.

Si Xavi no es capaz de exprimir al máximo el enorme talento que el ex del Borussia Dortmund tiene en sus botas, comenzará a recibir críticas. Por lo pronto, en el Camp Nou hay gente que todavía no perdona al crack de 25 años, que siempre ha tenido una relación de amor-odio con la afición.