Joan Laporta se gasta 153 millones de euros y se carga a Piqué y a Jordi Alba por el Barcelona que quiere Xavi
Siete jugadores fichados, entre ellos Robert Lewandowski, un crack de clase mundial, conforman el mercado del Barcelona para este próximo curso con la idea de crear un nuevo círculo virtuoso, empezar a apartar a la vieja guardia y poner la pelota en el alero de Xavi Hernández, que ahora sí tiene el equipo que quería.
Sin contar al joven Pablo Torre, un emergente juvenil que puede ser una de las revelaciones de futuro, el Barcelona ha contratado a siete jugadores y ha concentrado su inversión en tres futbolistas: Lewandowski (45 millones), Jules Koundé (50) y Raphinha (58).
En total 153 millones de euros. Los otros cuatro fichajes, entre ellos Marcos Alonso, que será anunciado oficialmente durante este viernes, han llegado a coste cero: Héctor Bellerín (Arsenal), Franck Kessié (Milan), Thomas Christensen (Chelsea).
Las salidas eran obligadas para cumplir con el 'fair play' de LaLiga Santander y poder inscribir a los jugadores. La última en concretarse fue la de Pierre-Emerick Aubameyang, en una operación redonda para los azulgrana, que cobraron 12 millones de euros más Marcos Alonso y se ahorran el sueldo millonario del gabonés, que llegó gratis al Barcelona.
Las ventas del Barcelona
Philippe Coutinho (20 millones), Óscar Mingueza (3), Trincao (préstamo, 3) y el jugador del filial Ferran Jutglà (5) fueron los que generaron caja, a unos (Braithwaite, Riqui Puig, Neto) el club les dio la carta de libertad; a otros (Umtiti, Dest, Lenglet) la posibilidad de irse cedidos, pero en el fondo se trataba de aligerar la nómina.
El Barcelona intentó a última hora la guinda del pastel, que no era otra que conseguir el fichaje de Bernardo Silva. Para ello necesitaba la venta de Memphis Depay, toda vez que Frenkie de Jong no estaba dispuesto a abandonar la nave azulgrana. Los representantes del delantero intensificaron, en vano, acelerar diferentes operaciones, pero no había tiempo material.
¿Adiós a la vieja guardia?
En el mercado del Barcelona se observa el papel menguante de la vieja guardia. Solo Sergio Busquets se mantiene en el once titular de Xavi Hernández, que considera al de Badia como un jugador insustituible por las características de su juego.
Gerard Piqué, con la llegada de Jules Koundé y Thomas Christensen, tiene a muchos centrales por delante; y Jordi Alba vivió en los últimos días una situación inesperada.
El Barcelona lo puso en el mercado, lo ofreció al Inter del Milán, pero siempre con la premisa de que el jugador debía tener la última palabra. Alba, que no teme la competencia del emergente Alejandro Balde y del nuevo fichaje Marcos Alonso, no quiso ni escuchar la posibilidad. Da igual que el Mundial esté a la vuelta de la esquina, que apenas esté jugando, porque él quiere quedarse en el Barcelona y su entorno mostró su disconformidad por la manera de hacer de la dirección deportiva.
Precisamente los responsables de esa área (Mateu Alemany y Jordi Cruyff) han sido los grandes protagonistas del 'mercato' azulgrana y han sabido trampear para darle a Xavi los jugadores que había pedido.
Ahora el balón está en el tejado del entrenador. Xavi tiene un equipo competitivo, con posiciones dobladas, una plantilla para soñar. Los aficionados han vuelto al campo, cada día se venden más camisetas en el Spotify Camp Nou y si el balón entra, el Barcelona podría renacer de sus cenizas y generar un nuevo círculo virtuoso. ¿Será capaz?
Negocio redondo del Barcelona con Aubameyang, que pone rumbo al Chelsea https://t.co/tHtzlXyJYI
— ElDesmarque Barça (@ElDesmarque_FCB) September 2, 2022