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No hay nada ni nadie que pueda interferir en el futuro de Jordi Alba. Las buenas actuaciones que ha cuajado en el Mundial de Qatar podrían servir para demostrar que sigue teniendo nivel para competir en la élite, y que merece disponer de más minutos. Pero Joan Laporta sigue teniendo claro que lo mejor para el Barça es deshacerse de uno de los pesos pesados del vestuario, pues de esta manera podrían ahorrarse su elevada ficha.
Así ha vuelto a recordarlo el diario Mundo Deportivo, que ha ido más allá al afirmar que el presidente y el futbolista tienen pactado reunirse en el mes de enero, es decir, después de la cita mundialista. Una reunión en la que también estará presente Mateu Alemany, y donde planean ofrecerle la rescisión de su contrato de cara al mes de junio. Esa es la fecha límite que se han marcado para poder perder de vista al internacional español.
Confían en que el de L’Hospitalet de Llobregat entre en razón, y entienda que ha llegado el momento de irse y de abandonar el club de su vida. En caso contrario, se arriesga a seguir poniéndose en contra a la afición, y acabar marchándose dejando un mal recuerdo en el Camp Nou. Algo que sería muy injusto, considerando que lleva más de una década en el club, y en el pasado rechazó ofertas mucho más suculentas para seguir ligado al equipo de su corazón.
Todo esto al margen de los incontables trofeos que ha conquistado, y para muchos no hay discusión de que es el mejor lateral zurdo en la historia del Barça. Laporta también ha tenido sus más y sus menos con Jordi Alba, de hecho se filtró que casi llegan a las manos hace unas semanas, pero quieren dejar los problemas personales de un lado, y centrarse única y exclusivamente en el ámbito deportivo y profesional. Será una despedida dolorosa, pero obligada.
Y si el ex del Valencia se niega a irse, tendrían que comenzar a estudiar su posible despido, si bien deberían de indemnizarlo, al tener contrato por otra temporada más.