Joan Laporta debe decidir el despido más difícil y sorprendente desde que es presidente del Barça: ya no es intocable

Joan Laporta tiene que decidir las salidas que desea realizar en el Barça. Hay algunos jugadores que no tienen su futuro garantizado, pues no son piezas indispensables para Xavi Hernández, y podrían obtener una cantidad de dinero importante con sus salidas. Es decir, que estudiarán las propuestas que reciban, y en caso de que sean lo suficientemente interesantes, las aceptarán sin dudarlo. Necesitan conseguir ingresos, y hay varios candidatos para ser ‘sacrificados’.

Se ha hablado mucho de Frenkie de Jong o incluso de Marc-André ter Stegen, pero ahora mismo uno de los futbolistas que más números tiene para acabar saliendo del Camp Nou es Ansu Fati. Tanto el joven extremo como su representante, Jorge Mendes, han hecho saber a Mateu Alemany que están muy desencantados con la poca continuidad que está teniendo este curso, ya que esperaban que fuera un fijo en los esquemas, una vez que ya parece estar recuperado de sus lesiones.

Pero la realidad es que ha tenido que conformarse con ver la gran mayoría de encuentros desde el banquillo, y entrar al terreno de juego únicamente como revulsivo, Todavía hay mucha gente que cree que se convertirá en el sucesor de Leo Messi, pero otros ya han perdido la esperanza. Así que hay un debate sobre si es conveniente traspasarlo, considerando que hay escuadras dispuestas a pagar cerca de 100 millones de euros por el internacional español, como recuerda el portal web ‘Madrid Barcelona’. 

Y a eso también hay que sumar el hecho de que el ‘10’ perciba un salario de 12 ‘kilos’ brutos por temporada, así que tiene un sueldo bastante elevado. En el Mundial de Qatar, Ansu confiaba en poder revalorizarse y demostrar a Xavi que merece ser mucho más protagonista en el Barça, pero la realidad es que no lo ha conseguido en absoluto. Ha sido secundario para Luis Enrique, y tan solo tuvo unos pocos minutos en el encuentro frente a Japón.

Laporta debe de plantearse si vale la pena seguir esperando la mejor versión de Fati, o si es el momento de separar los caminos que unen a ambas partes.