Xavi Hernández pidió a Koundé a Laporta para el Barça y su bajada de rendimiento puede tener ahora consecuencias

Xavi Hernández realizó varias exigencias innegociables para el Barça. Puso sobre la mesa de Joan Laporta una serie de fichajes que quería a toda costa, y entre ellos se encontraban los de Marcos Alonso o Robert Lewandowski, mientras que otros no pudieron aterrizar, como fue el caso de César Azpilicueta y Bernardo Silva. Con quien sí hubo más suerte fue con Jules Koundé, pese a que costó sangre, sudor y lágrimas acabar incorporándolo.

Fue necesario hacer un esfuerzo increíble y sacar músculo negociador para que el Sevilla aceptara perder a su otro pilar defensivo, después de haber perdido a Diego Carlos pocas semanas antes, que acabó en el Aston Villa. Pero en el Camp Nou dieron una alegría inmensa al técnico de Terrassa, y pagaron 50 millones de euros por el internacional francés, quien rápidamente se convirtió en titular indiscutible, y demostró el nivel que tenía.

Aunque fuera jugando como lateral derecho, y no como central, que es donde se siente más cómodo, el ex del Girondins de Burdeos impresionó en las primeras semanas, mostrando un rendimiento sensacional, tanto en labores defensivas como ofensivas. Se ganó todos los elogios, y se convirtió en uno de los líderes del proyecto. Pero, desgraciadamente, no ha sido capaz de mantener la constancia y la regularidad que todos esperaban.

Como informa el portal web ‘Culémania’, el descontento que existe ahora mismo con Koundé es muy grande. Porque se ha relajado, y eso ha provocado que baje las prestaciones, siendo uno de los señalados en algunos partidos como en la derrota frente al Real Madrid en la Copa del Rey, cuando encajaron una goleada escandalosa, o en la eliminación de la Europa League a manos del Manchester United, cuajando dos actuaciones para el olvido.

Si no espabila, puede ver como acaba perdiendo su puesto en el once inicial la próxima campaña, si firman a un nuevo zaguero. O lo que es peor, incluso puede ser uno de los candidatos a convertirse en el ‘sacrificado’ de Laporta para hacer caja.