El Barça mantiene su idea de renovar a Sergi Roberto aunque esté Flick

Sergi Roberto es una de las próximas tareas que quiere cerrar el FC Barcelona en los próximos días. Hasta ahora todo estaba encaminado a firmar su renovación hasta 2025 pero la revolución del cambio de banquillos había sembrado la duda a cerca de si la llegada de Hansi Flick podría frenar la operación y mostrarle la puerta de salida.

En los últimos días había inquietud en el entorno del futbolista ante la marcha de Xavi Hernández, su gran defensor. Un contratiempo para él que dejó de serlo cuando se enteró de que nada había cambiado para seguir negociando por el mismo camino.

Y es que, mientras el técnico alemán ha comenzado a prepara su nuevo proyecto y la lista de fichajes que desea para la próxima temporada, el club azulgrana trabaja aparte en las renovaciones que desea firmar antes de hacer la pretemporada. Héctor Fort ha sido la última en cerrarse y todos los caminos conducen a que Sergi Roberto será el próximo, la primera de la era Flick.

El optimismo se debe a que, según informa Marca, ni Deco ni el propio ex del Bayern consideran de que su etapa en el club ha concluido, sino todo lo contrario, que puede tener un papel en el nuevo proyecto de equipo.

Un fondo de armario que le valía a Xavi...y le vale a Flick

Esta última temporada Sergi Roberto se convirtió en un jugador multiusos, tanto para jugar de lateral derecho como en el medio del campo, donde las lesiones le han hecho ganar enteros de la importancia que tiene dentro del equipo. Con la inminente marcha de Oriol Romeu y las complicaciones económicas para fichar un jugador de segunda unidad, Flick quiere que el capitán siga en el equipo.

Es un peso importante en el vestuario y cree que puede tener un rol dentro del vestuario. Además de que es consciente que para ganar títulos es necesario jugadores de su perfil, que acepten el rol de suplente y aporten cuando salgan desde el banquillo. La idea es volver a reunirse y dar los últimos pasos para la firma del contrato, cumpliendo así el deseo de Sergi Roberto de demostrar a Flick por qué Xavi confiaba tanto en él.