La venganza de Wanderson

Juan José Lahuerta,Getafe (Madrid), 2 oct (EFE).- Wanderson Maciel pasó sin pena ni gloria por el Getafe. El extremo brasileño, habilidoso y veloz, formó parte de la plantilla del club madrileño el año del descenso (2016) y se marchó al Salzburgo por la puerta de atrás con una denuncia de la entidad presidida por Ángel Torres bajo el brazo.,Tres años después, tras varios litigios resueltos a favor del jugador sudamericano, el destino de Wanderson y el del Getafe ha sido caprichoso y ha juntado a

Juan José Lahuerta

Getafe (Madrid), 2 oct .- Wanderson Maciel pasó sin pena ni gloria por el Getafe. El extremo brasileño, habilidoso y veloz, formó parte de la plantilla del club madrileño el año del descenso (2016) y se marchó al Salzburgo por la puerta de atrás con una denuncia de la entidad presidida por Ángel Torres bajo el brazo.

Tres años después, tras varios litigios resueltos a favor del jugador sudamericano, el destino de Wanderson y el del Getafe ha sido caprichoso y ha juntado a ambas partes en un partido de la Liga Europa que será una venganza para el futbolista del Krasnodar.

Allí es donde ahora juega Wanderson después de un curso en el Salzburgo que fue su trampolín para una aventura que avanza por su tercera campaña en Rusia. Desde la distancia, entre el verano de 2016 y principios de enero de 2019, ha tenido que hacer un seguimiento de un asunto poco agradable que al final ha terminado bien para sus intereses.

Cuando el brasileño abandonó el Getafe, se fue sin dejar un euro en las arcas del club azulón pese a tener contrato en vigor y una cláusula de rescisión de 25 millones de euros. Sin embargo, ese contrato especificaba que Wanderson tenía la libertad de marcharse sin compensación alguna en el caso de bajar a Segunda División.

Eso fue lo que ocurrió y el extremo del Krasnodar fichó por el Salzburgo. El Getafe, contrariado y sin recibir ni un euro a cambio de su salida, decidió denunciar al club austríaco y a su exjugador. Pidió una compensación de 25 millones de euros. Consideraba que aún tenía contrato y que ese punto del contrato referente a la cláusula del descenso no era valido.

En primera instancia, el Juzgado de lo Social número 13 de Madrid dio la razón a Wanderson, que tuvo que esperar hasta el 11 de enero de 2019 para ver la sentencia al recurso que presentó el Getafe ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid.

Sus preocupaciones, en forma de 25 millones de euros, acabaron de un plumazo sólo con leer un párrafo argumentado tras 12 páginas con 32 fundamentos de derecho:

"Desestimamos el recurso de suplicación interpuesto por la empresa Getafe Club de Fútbol contra la sentencia dictada el 17 de abril de 2018 por el Juzgado de lo Social número 13 de Madrid, en los autos número 1.130/16, seguidos a instancia de la citada recurrente contra don Ceferino (Wanderson) y la entidad Red Bull Salzburg, sobre reclamación de cantidad, y, en consecuencia, debemos confirmar la resolución judicial recurrida".

Ese fallo que no daba la razón al Getafe, cerraba la relación de Wanderson con antiguo club, donde llegó siendo un chaval para asentarse una pequeña temporada en el filial antes de subir a Primera División de la mano del técnico Fran Escribá.

Después de participar en 21 partidos oficiales sin excesivo éxito, se marchó al Salzburgo y dio que hablar en los 28 encuentros que disputó en la Liga austríaca. Su traspaso al Krasnodar por ocho millones de euros, fue otro paso en una carrera que ahora disfruta.

En Rusia, Wanderson se ha asentado. Es titular indiscutible en su equipo. La temporada pasada marcó siete tantos en 41 partidos y fue una pieza clave en la clasificación del Krasnodar para jugar en Europa.

Ahora, si nada se lo impide, será titular para enfrentarse al Getafe. Será un duelo especial para él. Ya no tiene que pensar en una indemnización de 25 millones de euros.

Aquella pesadilla acabó para Wanderson, que gracias a sus abogados ganó en los juzgados lo que ahora quiere ganar con su habilidad sobre el césped. Sin duda, el nombre de Wanderson se palpa en el ambiente. El destino le ha dado una oportunidad para vengarse.

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