Cinco novedades que se encontrará el Levante en su visita a Huesca
El Huesca vuelve a la vida del Levante UD después de que hace dos años los granotas se despidieran de la Segunda División en una última jornada que también acabó con buenas noticias para los oscenses. Los aragoneses se estrenan en la élite del fútbol español, un club que ha cambiado mucho desde que ambos equipos se vieran las caras en el Ciutat de València.
La nueva masa social azulgrana
La pasada temporada fue histórica para la SD Huesca. El equipo entrenado por Rubi conseguía un ascenso a Primera División que ningún aficionado, por muy mayor que fuera, había vivido. Aquella noche en la que los azulgranas firmaron el ascenso, miles de aficionados salieron a las calles de Huesca para celebrar tal hazaña. Una fiesta que continuaría en los días siguientes creando un ambiente inaudito en la ciudad. Huesca se tiñó de azulgrana.
La fiebre por el equipo altoaragonés se extendió por toda la provincia. Todo esto quedó reflejado en la campaña de abonados. Largas colas desde primera hora de la mañana que se amontonaban en las taquillas de El Alcoraz. Unas imágenes que costaban de creer pero que eran reales, los carnets de socios volaban. El ascenso del Huesca había despertado el sentimiento de afición en la provincia oscense.
El Alcoraz, un estadio ajustado a las nuevas exigencias
El auge de aficionados azulgranas significó una necesidad de ampliar el estadio, un aumento de aforo que también exigía LaLiga Santander como requisito para jugar en Primera División. Durante todo el verano, los obreros trabajaron a contrarreloj para lograr que el nueva Alcoraz estuviese a punto para el inicio de temporada. Su estreno se hizo de rogar en las primeras jornadas hasta que llegó con el enfrentamiento contra el Rayo Vallecano donde 7.638 gargantas disfrutaron del partido.
Sin ropa para jugar
El club altoaragonés ha sufrido uno de los casos más vergonzosos de esta temporada. Kelme firmó para vestir al Huesca hasta el 2022 y tras la muestra de las equipaciones, la marca se ha visto desbordada por las numerosas peticiones de compra de las camisetas. Sin embargo, el problema ha ido más allá llegando a afectar a la propia plantilla. En el partido contra el Sevilla, los jugadores estuvieron a punto de no vestir la equipación azulgrana debido a que Kelme tampoco tenía suficiente stock para los futbolistas. Al final, todo quedó en susto y el equipo jugó con su camiseta.
Diferente categoría, diferente juego
El Huesca se caracterizó en las dos últimas temporadas por un juego atrevido y atractivo. Con Anquela, la plantilla dio sus primeros pasos, reforzó las líneas defensivas y lo demás vino solo. La meritoria victoria en el Ciutat de València le permitió jugar una promoción de ascenso que acabó con la eliminación ante el Getafe de Bordalás. Con Rubi, el dinamismo en el juego se vio altamente mejorado y consiguió un histórico segundo puesto siendo el tercer equipo más goleador de la tabla.
Sin embargo, el Levante se encontrará con un equipo muy diferente al de aquella tarde en el Ciutat. Tras el despido de Leo Franco, Francisco fue el llamado a ocupar el banquillo azulgrana con un planteamiento defensivo como máxima prioridad. De esta forma, la defensa de cinco ya se ha convertido en costumbre para el Huesca dejando tan solo un punta en la línea delantera. Con un juego basado en el "balonazo", los aragoneses se encuentran en una racha goleadora muy diferente a la cosechada en la pasada temporada.
Un Huesca internacional
La nueva situación ha exigido incorporar jugadores de mayor nivel competitivo. Esto ha creado una situación que nunca había experimentado el Huesca: la fiebre FIFA. Jugadores como Cucho con Colombia, Akapo con Guinea Ecuatorial, Gürler con Turquía y Jovanovic con Serbia suelen ser convocados por sus selecciones. Este factor se está convirtiendo en todo un quebradero de cabeza para Francisco ya que las lesiones están marcando gravemente el inicio de temporada de la plantilla.