El año 2018 siempre será bien recordado por parte del levantinismo a pesar del inicio dubitativo. Este año que está apunto de acabar es el año en que Paco López transformó la vida de miles y miles de levantinistas al devolverles la fe y al hacerles entender que otro fútbol era posible en Orriols. Convertir un equipo en depresión que se dirigía estrepitosamente hacia el descenso en un bloque aguerrido capaz de plantarle cara a cualquiera no es fácil y Paco López lo consiguió, prácticamente, de la noche a la mañana.
El Levante entró con buen pie en el 2018 consiguiendo un importante triunfo a domicilio en la ida de los octavos de final de la Copa del Rey ante el Espanyol. A pesar de ese triunfo, el conjunto dirigido por Juan Ramón López Muñiz no consiguió ocultar la peligrosa dinámica que se arrastraba en la Liga. Antes del parón navideño el Levante ya había encadenado cinco jornadas consecutivas sin conocer la victoria. Esta situación degeneraba con el paso de las jornadas y se agravaba tras la eliminación copera después de que el Espanyol asaltase el Ciutat de València.
En el inicio de 2018, el Levante no fue capaz de sumar los tres puntos en ninguna de las diez primeras jornadas de Liga, las cuales, sumadas a las cinco anteriores dejaban un paupérrimo bagaje de 0 triunfos en los últimos 15 partidos. La situación era insostenible y el Levante quedó en una situación muy comprometida en la lucha por la permanencia. Todo ello precipitó el cese de López Muñiz como técnico granota.
Paco López, en el filial del Levante, fue el elegido para reflotar la nave granota. Al técnico de Silla le precedía una dilatada trayectoria en los banquillos en las principales categorías del fútbol regional, sin embargo, se estrenaba ante su gran oportunidad en la élite del fútbol español.
Paco López abogó por el amor propio y trabajó el plano mental y psicológico para quitar los miedos y los complejos a una plantilla en depresión. Lo consiguió en tiempo récord y el Levante pasó de ser un rival atenazado por el miedo a ser un bloque competitivo capaz de plantar cara a cualquiera. Fruto de ello llegó el primer triunfo en Getafe con el que el Levante puso fin a una racha durísima de 15 partidos seguidos sin ganar. Aquel 10 de marzo de 2018 siempre será recordado por el gol de Coke en el Coliseum Alfonso Pérez, que significó un punto de inflexión.
El Levante pasó de ser un rival atenazado por el miedo a ser un bloque competitivo capaz de plantar cara a cualquiera de la mano de Paco López
Desde entonces el Levante protagonizó una recta final de temporada al alcance de muy pocos equipos. 8 triunfos en 11 partidos con dos momentos que destacan por encima del resto. La final por la permanencia contra Las Palmas con un gol en los instantes finales de José Campaña y el histórico triunfo por 5-4 ante el F.C. Barcelona al que el Levante fastidió el récord de imbatibilidad en una temporada.
El Levante consiguió por todo lo alto el objetivo de la permanencia de forma holgada con 17 puntos de ventaja sobre el descenso.
El Levante volvió apostar por Paco López para el nuevo curso después de haberlo conseguido con mucho merecimiento.
El Levante cerró nueve operaciones en un verano en el que llevó a cabo la venta más importante de la historia del club. Jefferson Lerma fue vendido al Bournemouth inglés 30 millones de euros además de medio millón en variables y el 10% de la plusvalía de una futura venta. Este hito permitió al Levante realizar otras contrataciones que en circunstancias normales no habría sido posible como las de Vukcevic, Dwamena o Moses Simon.
El Levante inició la temporada 18-19 por todo lo alto, consiguiendo un gran triunfo por 0-3 ante el Betis en el Villamarín. Después de ello, las vacas flacas acompañaron a los de Paco López durante cinco jornadas consecutivas sin conocer el triunfo.
Paco López buscó soluciones y las encontró en un nuevo sistema táctico. En el 3-5-2, el Levante basó su fortaleza para cambiar su forma de entender el fútbol. Los granotas asombraron encadenando cuatro triunfos y volviendo a ganar en el Bernabéu tras once años sin hacerlo.
Con 22 puntos en el casillero y la mitad del objetivo de la permanencia conseguido, el Levante despide el 2018 siendo fiel a sí mismo y habiéndose ganado el respeto y la admiración de su afición por la tenacidad, el esfuerzo, y el compromiso que demuestra en cada partido que disputa.
Antes de las vacaciones navideñas, el Levante celebró una Junta General de Accionistas histórica en la que Quico Catalán fue reelegido como presidente del club para las siguientes cinco temporadas y se presentó en sociedad los diseños de la remodelación del estadio y la Ciudad Deportiva de Nazaret.
Así, el levantinismo tendrá un estadio del que sentirse orgulloso y acondicionado a los nuevos tiempos y por fin, el sueño de la anhelada Ciudad Deportiva de Nazaret comenzó a tomar forma.
Sin duda, el camino a seguir para que el 2019 sea tan especial para el levantinismo como lo ha sido el 2018.