El Rayo no estará sólo en el Ciutat: Vallecas ya prepara el desembarco
La afición del Rayo Vallecano prepara su desembarco la próxima jornada en el estadio Ciutat de València para medirse al Levante y ha agotado en solo un día las 353 localidades que el conjunto valenciano había puesto a disposición del equipo madrileño.
El motivo de este gran desplazamiento desde el barrio de Vallecas, que se espera sea aún mucho mayor con viajes independientes a otros sectores del estadio, se debe a la importancia del partido para el Rayo.
La afición del Rayo ha agotado las entradas en un sólo día
El equipo madrileño está en descenso con 31 puntos a seis de la salvación que precisamente marcan Girona, Levante y Celta, empatados los tres a 37.
El club vallecano también está animando a sus aficionados a que apoyen al equipo con mensajes como 'Vamos Rayo' o 'La franja nunca se rinde', que están teniendo su eco en redes sociales y en los propios jugadores.
Este es uno de los desplazamientos más masivos de la afición del Rayo está temporada, aunque de momento, en número, por debajo de los 575 que hace dos semanas viajaron a Bilbao para presenciar el partido en San Mamés.
El sueño del Rayo sigue vivo
Se viene partidazo el próximo fin de semana en el Ciutat de València con la visita del Rayo Vallecano a Orriols. Será toda una batalla a vida o muerte para ambos conjuntos, más aún si cabe para los de Paco Jémez, quienes necesita sí o sí el triunfo para poder seguir aspirando a permanecer en Primera División la temporada que viene. Si los madrileños no se llevan los tres puntos del Ciutat de València, prácticamente su descenso será una realidad.
El Rayo volvió a salvar este domingo una match ball al imponerse por la mínima al Real Madrid con un gol de Adrián Embarba desde los once metros.
Después del repaso sufrido en la anterior jornada con la contundente derrota en el Sánchez Pizjuán frente al Sevilla, el Rayo afrontó el derbi sin ningún margen de error. O victoria o fin del sueño. Un empate o una derrota hubieran condenado al equipo a Segunda.
Sin embargo, el Rayo sacó su mejor repertorio de juego y actitud, acompañado del apoyo de su incombustible afición, para pasar por encima a un Real Madrid que, sin nada en juego, se dejó llevar y acabó el partido dando una pobre imagen sobre el césped.