Levante y Osasuna beben los vientos por Rubén García después de la gran temporada realizada por el setabense en El Sadar. Ante el interés de ambos clubes por contar con el futbolista, el club de Orriols ha decidido escuchar la voluntad del futbolista, la cual pareces ser la de permanecer en el conjunto rojillo donde ha sido feliz, se ha reencontrado a sí mismo y se ha ganado el cariño de la afición pamplonica.
Por ello, el Levante ha decidido abrir una vía de negociación con el conjunto rojillo para vender al futbolista por una cantidad inferior a los 3,5 millones de euros por los que el Osasuna puede llevarse al jugador de forma unilateral antes del 30 de junio.
Tal y como ya anunció el presidente Quico Catalán, el Levante escucharía la voluntad del jugador y por ello ha tomado esta decisión con la intención de satisfacer los intereses de las tres partes implicadas, ambos clubes y el jugador.
La voluntad de Rubén García ha sido un factor fundamental para que las tornas hayan cambiado. El Levante ya anunció al futbolista que ejercería la cláusula para repescarlo que se incluía en el traspaso a Osasuna. Todo parecía claro. Ambos clubes y el jugador lo asumían y Paco López ya contaba con él pero todo ha dado un vuelco por el deseo del jugador.
El Osasuna tiene la posibilidad de comprar de forma unilateral a Rubén García hasta el 30 de junio por una cantidad cercana a los 3,5 millones de euros.
Esta posibilidad se recoge en el contrato que firmaron hace una temporada el club rojillo y el granota para que el pelotero setabense recalase en El Sadar prácticamente gratis, tal y como adelantó Deportes Cope Valencia este lunes. Después de esta fecha, es el Levante el que dispone de cinco días, del 1 al 5 de julio para repescar al futbolista.