¿Ir o no ir a la Junta General?, esa es la cuestión

El Levante UD celebrará su Junta General de Accionistas el próximo lunes 16 de diciembre. El club presentará la cuenta de resultados del ejercicio que finaliza así como el presupuesto para el nuevo ejercicio entre otros asuntos.

A pesar de que la Junta de este año no tendrá tantas novedades como la pasada, ya que se presentaron los diseños de las obras de remodelación del Ciutat de València así como los de la nueva Ciudad Deportiva de Nazaret, siempre es importante escuchar todo lo que el Consejo de Administración del club tiene que exponer ante los propietarios de la entidad.

Muchos de los accionistas quizá piensen que es irrelevante su presencia en la asamblea y que su celebración tan sólo responde a exigencias de obligatoriedad sin importar la cantidad de asistentes. Cierto es que la Fundación es la máxima accionista del club y que posee más del 50% de las acciones y por lo tanto, lo que diga la misma, presidida por Vicente Furió, va a misa pero los accionistas minoritarios no pueden resignarse y no acudir. 

La Junta General de accionistas es el foro en el que los levantinistas que se han dejado los cuartos para mantener en pie a su club, expresen su opinión, enfado o satisfacción ante la gestión de un Consejo de Administración que fue reelegido el año pasado para un mandato hasta el final de 2023.

Puede que muchos accionistas desistan al considerar que sus esfuerzos no se verán recompensados pues su capacidad de decisión es totalmente nula. Puede que el voto sea inútil a tenor de la existencia de un máximo accionista pero su voz no cae en saco roto. 

Muchas son las cuestiones que están pendientes y de las que Quico Catalán deberá rendir cuentas. De eso, ya se encargará el FROG y su espíritu fiscalizador. Los accionistas recibirán las explicaciones pertinentes sobre el superávit de más de 12 millones que se presentará y el aumento del presupuesto gracias al crecimiento constante de los derechos televisivos. Además, podrán escuchar la explicaciones de la necesidad de vender jugadores que tiene el Levante antes del 30 de junio de 2020 y los motivos del excesivo retraso tanto en las obras del estadio y la Ciudad Deportiva de Nazaret. Y todo ello no es poco.

De ahí la importancia de acudir a la Junta o en su defecto, delegar las acciones.