La mala suerte no abandona a Gonzalo Melero. Una lesión vuelve a cruzarse en su camino para lastrarle justo en su mejor momento desde que es jugador del Levante UD
Apenas 30 segundos de juego ante el Mallorca fueron suficientes para que Melero se rompiese en la parte posterior del muslo izquierdo. Un fuerte pinchazo que dejó totalmente K.O. al centrocampista y que no tuvo más remedio que retirarse. Estará seis semanas alejado de los terrenos de juego. Sin lugar a dudas, un duro varapalo para el futbolista tras haberse asentado en el once de Paco López y haberse convertido en una pieza fundamental en la medular granota en todos los ámbitos del juego, el ofensivo y el defensivo.
Los fantasmas del pasado han vuelto a zarandear a Melero que ya la temporada pasada sufrió una complicada situación física en el Huesca.
A Gonzalo Melero todavía le queda mucho por demostrar en LaLiga. El madrileño, que se formó como jugador y persona durante 11 años en la cantera del Real Madrid, siempre tuvo el sueño de debutar en el primer equipo blanco. Sin embargo, tras alcanzar el Castilla en la temporada 14/15 se vio obligado a marcharse a la Ponferradina durante una temporada y media.
Tras deslumbrar en la categoría de plata, se enroló en la causa del Huesca y fue parte activa e importante del ascenso histórico a Primera División de la mano de Rubí, técnico que, según el propio Melero, más le ha marcado en toda su carrera. En la máxima categoría, pasó poco menos de un calvario con una osteopatía dinámica de pubis que le mantuvo en el dique seco durante gran parte de la temporada.
Ahora, Melero había encontrado una buena línea de regularidad tanto física como en su juego, sin embargo, una vez más, las lesiones se cruzan en su camino para complicar su trayectoria.