El día que el Levante tocó el cielo en territorio 'groguet'
El Levante UD se desplazará este fin de semana hasta el Estadio de la Cerámica para enfrentarse al Villarreal en la jornada 24 de LaLiga Santander. El feudo del Sumarino Amarillo siempre ocupará un lugar especial en la memoria de todo aficionado granota, y es que este fue testigo del momento en que los levantinistas tocaron el cielo.
Corría el día 23 de octubre de 2011 cuando el Levante viajó hasta territorio 'groguet' para coronarse líder de Primera División en solitario tras vencer por 0-3 al Villarreal en la jornada 8. Esto sorprendió a gran parte del fútbol español, aunque la buena racha que llevaban los granotas vaticinaba lo mejor.
El conjunto de Orriols, por aquel entonces dirigido por Juan Ignacio Martínez, llegó al partido invicto. En total, había cosechado dos empates y seis victorias consecutivas. Así pues, los granotas se adelantaron al FC Barcelona aprovechando un empate de los culés y los tres puntos del Madrigal, quedando como líder por las dos próximas jornadas.
En aquel partido, los azulgranas saltaron al césped con la siguiente alineación: Munúa; Javi Venta, Ballesteros, Nano, Juanfran, Valdo, Juanlu, Xavi Torres, Iborra, Barkero y Koné. Los encargados de materializar aquella gesta histórica fueron Juanlu, con un doblete, y Koné, uno de los grandes héroes de la temporada.
Esta gesta en el derbi de la Comunidad Valenciana no hizo más que vaticinar lo que le esperaba al Levante esa temporada. Aunque terminó por perder el liderato, consiguió quedar como sexto en la tabla, logrando así uno de los puestos que le daban acceso a la UEFA Europa League.
Juanlu, el gran héroe de aquel liderato
Aquel partido en el Estadio de la Cerámica siempre estará ligado a Juanlu, un futbolista que dejó un gran recuerdo en el levantinismo. El pelotero andaluz fue el gran héroe de aquel partido en el que los levantinistas tocaron el cielo.
"El Villarreal era un equipo de grandes nombres, hecho a base de talonario. No competíamos por los mismo logros deportivos. Fue una auténtica fiesta tanto en el vestuario como en el autobús. Nos recibió toda nuestra gente. A mí me mantearon. Son recuerdos que quedarán para la historia. Si no recuerdo mal, las últimas veces que subí por el Ciutat de València hay una foto de aquella 'piña'. Eso será algo imborrable e imposible de describir para todos los que lo vivimos", expresó en declaraciones a la web del club.
