Cuestionar el proyecto para crecer

Rozar los 50 puntos para un Levante UD que no ha dejado de crecer desde el ascenso con Muñiz, es todo un logro. Sin embargo, para el club y los aficionados parece no ser suficiente.
Conscientes de que el equipo ha dejado escapar muchos puntos de forma incomprensible, la temporada ha terminado con el club mirando de cerca a Europa, y planteándose de nuevo, si podían ser capaces de alcanzar ese objetivo.
Ese hecho, es sin duda la muestra de la gran temporada que ha hecho el club. Un equipo que parece asentado en primera, que se permite el lujo de mirar a Europa y de hacer que Madrid, Barcelona, Valencia o Atlético, pasen verdaderas penurias para rascar algún punto en sus duelos con los granotas y que además, estrenará estadio la próxima temporada.

El Camilo Cano de La Nucía, ha sido testigo de excepción del final de liga más raro de la historia. Allí ha certificado el Levante su permanencia y ha dado muestras de que al equipo se le puede exigir más. Se le debe exigir mucho más. Y ese es el objetivo para el curso que viene.
Con pocas vacaciones por delante, y una Champions express, cuando arranque la pretemporada, tendremos la sensación de no haber parado. Hace 20 días que debió arrancar el mercado de fichajes, que este año será el más decisivo desde que tengo memoria.

Con los presupuestos por los suelos, salvo los grandes equipos, el resto, van a tener que afinar el tiro más que nunca. Apostar por la cantera, acertando en la elección de esos jugadores, y no equivocarse con las nuevas incorporaciones.
El Levante ha demostrado ser un equipo más que solvente de centro del campo en adelante, sin embargo, la defensa hace aguas. Se salva Aitor, que tiene pie y medio fuera del conjunto de Orriols. Como ya sucedió en su día con Keylor, una gran temporada bajo palos en un equipo como el Levante, llama la atención de los grandes, y su salida, parece muy probable.
En ese caso, a parte de un jugador por posición en la zaga, habrá que buscar un guardameta de garantías, que no parece ser Koke Vegas, aunque tampoco ha tenido la oportunidad de demostrarlo, pero el Levante no se puede permitir ese lujo.
Para crecer, se necesitan jugadores contrastados y fiables en primera división, y no apuestas raras, que pueden poner en riesgo la viabilidad de un proyecto que necesita dar un paso más, si quiere de verdad afianzarse en primera división y por qué no, aspirar a mirar de cerca las plazas europeas en un futuro no muy lejano.