El tiempo se agota
El partido en el Estadio de La Cerámica ante el Real Madrid, puso de nuevo en evidencia las carencias defensivas del conjunto que dirige Paco López. Es cierto, que si no hubiese sido por Thibaut Courtois, el duelo hubiese tomado un color muy distinto.
Bailaste al Madrid en muchos momentos en la tarde de ayer, como lo hace el equipo con todos los equipos a los que se ha enfrentado esta temporada, pero de nuevo, no sirvió para nada.
Dos despistes te abren dos vías de agua, la última de ellas, en el momento en el que el equipo apretaba para conseguir el empate, que dada la situación era más que suficiente. El Levante UD compite y juega bien, pero encaja goles con una facilidad impropia de un equipo que aspira a ser un fijo en primera división y por qué no, a coquetear con Europa.
No podemos exigirle al equipo que gane siempre a Madrid, Barcelona o Atlético de Madrid, pero sí que les compita como hizo ayer. Lo que también podemos pedirle al equipo, es el paso necesario para cerrar la portería, ese salto de calidad que vende el club una y otra vez.
Esta noche se acaba el plazo. Queda poco tiempo, y el club y la dirección deportiva ya deberían tener los deberes hechos. Es cierto, como no me canso de repetir en cuanto tengo la ocasión, que el principal triunfo de este equipo es mantener al bloque en Orriols. Aitor, Morales, Bardhi, Campaña, Rochina o Roger seguirán en el Levante un año más, salvo sorpresa de última hora.
A ese éxito del club, le falta la guinda del pastel. Esos cuatro jugadores que le den a Paco López, la seguridad en defensa que no tiene el equipo. Es probable que con lo que hay, sea suficiente para salvar la temporada, pero no para ese punto más que necesita el equipo. La dirección deportiva lo sabe. Paco lo sabe, el club también, y sin embargo, nada nuevo bajo el sol.
Desde la noche de hoy, hay que ir a muerte con los que están. El tiempo de pedir más ha llegado a su fin. De poco servirá ahora recriminar a nadie que no haya hecho el esfuerzo donde debería haberlo hecho, pero por encima de todo, cuando debería haberlo hecho, pero viendo al vecino, tampoco estamos tan mal la verdad.