La afición granota se cansa de remar y se apea del desplazamiento a Villarreal
El Levante UD volvió a tropezar este lunes en la pelea por el ascenso directo tras no lograr pasar del empate ante el Ibiza en el Ciutat de València. Lejos del resultado, que también influyó, fue la actitud del equipo, sumada a la presentada en la pasada jornada ante el Tenerife, lo que hizo que la afición granota explotase ante los suyos. A la finalización del encuentro ante los baleares, fueron numerosos los silbidos que se escucharon en las gradas de Orriols, y ni siquiera Postigo, como capitán, logró calmar las aguas.
Este ambiente, que denota el cansancio de la afición ante la falta de goles y resultados, ha repercutido sobremanera en el próximo partido frente al Villarreal B que tendrá lugar en La Cerámica este sábado. A falta de dos jornadas para que finalice la competición, siendo el duelo frente el filial groguet más que vital por el objetivo, los abonados levantinistas no han retirado ni la mitad de entradas disponibles para el desplazamiento, algo reseñable ya que los seguidores azulgranas llevan siendo un ejemplo de compromiso durante toda la temporada, llenando la mayoría de gradas visitantes de LaLiga SmartBank.
De las 6.000 entradas que el Villarreal puso a disposición del Levante UD para el duelo del sábado, todavía quedan disponibles un total de 4.150 por lo que no se han logrado vender ni una tercera parte de las mismas a pesar de la cercanía entre el feudo groguet y el granota. Además, la ubicación para presenciar el encuentro no podía ser mejor para los aficionados levantinistas, que en vez de ver a su equipo desde la grada visitante, dispondrán de todo el Fondo Sur, pudiendo animar más de cerca a los de Calleja.