Algobia se apunta a la pelea por el ascenso tras rebelarse una vez más a las lesiones
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Su primera campaña como granota ha estado marcada por las recaídas
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No jugaba de titular desde el 27 de enero ante el Tenerife
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Su único gol fue ante el Huesca y se emocionó en la celebración
Felipe Miñambres tiene clarísimo que necesita de todos para afrontar esta contrarreloj sin margen de error y así meterse entre los seis mejores. El 0-0 en Valladolid, el decimoquinto empate de la temporada (el que más en Segunda), hubiera tenido un sabor más dulce si el Levante no estuviera tan condicionado por tantas oportunidades perdidas acumuladas en las 32 jornadas anteriores.
Una de las notas positivas del duelo directo en el José Zorrilla fue el paso al frente de Ángel Algobia, una de las caras nuevas este verano para ser importante después de vincularse desde el Getafe hasta junio de 2025, con opción a dos temporadas más, pero que ha estado lastrado por las lesiones.
Su primera campaña como granota ha estado marcado por semanas de recaídas. Hasta 13 partidos se ha quedado fuera por problemas físicos y ha tenido que hacer un profundo ejercicio mental para no verse superado por tantos pasos atrás cuando volvía a sentirse importante. En la victoria del 17 de diciembre ante el Huesca, el centrocampista abrió el marcador a los 23 segundos y explotó. Algobia lloraba en la celebración del tanto mientras sus compañeros le arropaban y le trasladaban sus muestras de cariño.
La alegría le duró poco ya que una lesión muscular en el isquiotibial derecho le hizo perderse ocho encuentros más, desde principios de febrero hasta su reaparición sobre el césped ante el Elche, en el doble cambio junto a Dani Gómez que el paso previo a la remontada final. El 27 de enero disfrutó de su última titularidad contra el Tenerife (0-0) y en Pucela, en otro empate sin goles, fue una de las cuatro novedades que introdujo Felipe.
Algobia le dio esa altura que necesitaba al equipo en el juego aéreo, compensó a todos y se multiplicó en tareas defensivas ante la acumulación de granotas que pisaban el ataque y al equipo le costaba ejecutar el repliegue defensivo. Cumplió, se reivindicó y agradeció que Miñambres le diera la oportunidad tras reactivar su cuenta de minutos arrancando desde el principio del choque. “Es una temporada complicada para mí con tantas lesiones, pero al final, la confianza del míster de llevar tanto tiempo lesionado y ponerme de titular, con tantos minutos, mentalmente me ayuda a seguir, a fortalecer mi cabeza y a seguir avanzando. Hay que ir paso a paso, todo lleva su proceso. Las sensaciones son buenas y creo que puedo ayudar bastante al equipo en este tramo de temporada que necesitamos mucho de todos”, reconoció uno de los protagonistas de la visita al José Zorrilla.
Nivelazo en el centro del campo
El ’23’ pida pista en una demarcación donde la competencia es altísima con Pablo Martínez, que parece intocable, Oriol Rey, Kochorashvili, que no viajó a Valladolid al apenas haberse ejercitado con el equipo por sus compromisos internacionales con Georgia, y el mencionado Algobia. Ante el Valladolid, el de Velilla de San Antonio disputó 80 minutos y resistió a una amarilla prematura que no le hizo arrugarse ni un segundo. “Ha sido un partido muy disputado, los dos hemos tenido opciones para sacarlo adelante, pero el empate es lo más justo. El Valladolid se juega lo mismo que nosotros, nos ha puesto las cosas difíciles; así que buen punto y por el Zaragoza”, añadió Ángel.