El Levante se da otro tiro al pie y desaprovecha la enésima oportunidad

Una vez más, el Levante echó por tierra otra bola extra para engancharse a la pelea por el play-off de ascenso tras caer por segundo partido seguido en el Ciutat de València en un nuevo final polémico, con un gol de Bouldini ya prácticamente el tiempo cumplido, en el minuto 96, por unas manos previas de Álex Muñoz, revisadas por el VAR. Un desenlace amargo, muy protestado, pero que no esconde que en otro momento para ilusionarse, los granotas no dieron ese paso al frente en la enésima demostración de falta de pegada en los metros finales. Por tercera visita seguida, el Cartagena salió victorioso del Ciutat (0-1).

El Levante UD saltó al Ciutat de València sabiendo que los resultados de los rivales directos volvían a sacarle una sonrisa. Si los empates de Racing, Burgos, Elche y Espanyol (entre ellos) e incluso del Leganés ya fueron un subidón de adrenalina, el encuentro adquiría una relevancia mayor después de conocer que Sporting y Oviedo habían perdido de locales ante Villarreal B y Tenerife. Nadie quiere subir... o es lo que parece. La vida extra lo era todavía más y también el grado de ansiedad en un vestuario consciente de que aún tenía opciones de aquella manera.

Agobiados por la necesidad de ganar

Y esa necesidad de aprovechar el regalo de los rivales directos no se vio en la primera parte en el Levante. Demasiado contemplativo, sin la mecha encendida que requería este escenario previo idílico. Con más corazón que criterio. La luz la ponían Carlos Álvarez y un Brugué que participó en la primera doble ocasión en el minuto 6, pero ni en la asociación con Sergio Lozano, que remató desviado, ni posteriormente con Fabrício, de nuevo acelerado y buscando hacer cosas extraordinarias, se deshizo el 0-0. Posteriormente, de una indecisión entre Raúl Lizoain y Alcalá pudo aprovecharse Pablo Martínez para abrir el marcador. Fueron avisos sin apenas construcción.

El Cartagena no sufría y se sentía cómodo con balón. Para ellos, el escenario era totalmente diferente, por otro objetivo, y sabiendo que los rivales de la zona de abajo seguían apretando y mucho. Avisó Andy al cuarto de hora con un remate que se marchó algo y rozando la media hora, el otro exgranota, Ortuño, superó a Andrés Fernández, pero el tanto fue invalidado por fuera de juego.

El Ciutat se sentía frío porque los suyos no transmitían la obligatoriedad de los tres puntos. El susto de Ortuño espoleó relativamente a los de Felipe Miñambres que en la recta final propusieron algo más. Kochorashvili y Pablo Martínez empezaron a liberarse y Carlos Álvarez adquirió más protagonismo. Brugué, con un remate acrobático, en una acción en la que también participaron Fabrício y Álex Muñoz, no encontró la red rival. También el delantero brasileño probó a Lizoain en un cabezazo sin dirección.

Fabricio, el primer cambio del Levante

El Levante arrancó tras el descanso sin Fabrício y con Dani Gómez en su lugar. El partido siguió anestesiado hasta que Andrés Fernández se lució ante Andy. Carlos Álvarez pidió perdón por la pérdida. Era el minuto 52 y hasta el 56 pudo marcar cualquiera. Brugué, en una acción clásica de fuera para dentro, remató ajustado al palo derecho de Lizoain. Calero silenció el Ciutat con un lanzamiento que lamió la escuadra y Dani Gómez tampoco atinó, aunque su acción estaba anulada por fuera de juego.

Seguía el Levante sin dar señales suficientes de la trascendencia del encuentro. Muy atropellado y el Cartagena se mantenía muy bien plantado y salía con más criterio y peligro. En el minuto 63 encontró recompensa a su mayor clarividencia gracias a Ortuño, que esta vez su gol sí subió al marcador. La acción comenzó con él, adentrándose desde el centro del campo, sin que nadie le frenara y acabó cabeceando a la red un centro perfecto de Calero, ganándole la espalda a Dela.

A la desesperada, al Levante no le quedó otra que exponerse más. Con Pablo Martínez como único mediocentro y Carlos Álvarez ayudándole, además de esa doble referencia con la entrada de Bouldini con Dani Gómez. Pablo Martínez probó con un remate que no encontró portería, Alcalá estuvo más rápido que Brugué dentro del área, Dani Gómez se topó con Raúl Lizoain en una acción individual y Bouldini marcó, pero estaba en fuera de juego unos cuantos metros.

Al Levante se le agotaba el tiempo a la misma velocidad que se desesperaba y el Cartagena apenas mostraba fisuras e incluso, al contragolpe, tuvo opciones para ampliar la renta. La última fue de Carlos Álvarez, con un trallazo que no inquietó a Raúl Lizoain. Otra vez, a base de épica, se intentó salvar los muebles. Pudo ser, pero el VAR invalidó el 1-1 de Bouldini por unas manos previas de Álex Muñoz.