El Levante no hace los deberes en Elda para creer en el milagro

El Levante sabía que el único camino para creer en el milagro más grande de todos los tiempos pasaba por cumplir, hacer los deberes, sumar de tres por segundo desplazamiento seguido y que luego sucedieran cosas extrañas para recortar distancias. Pero no se dio la premisa fundamental y los granotas encadenan ya 18 empates en 40 partidos. Aunque las matemáticas aún dan un mínimo margen, a la espera de lo que suceda el lunes en el Espanyol-Oviedo, este 0-0 entierra la ilusión de los soñadores que quedaban.

El cara a cara en el Nuevo Pepico Amat comenzó con dos paradones. Uno en cada área. Sendas demostraciones de reflejos. En el minuto 9, en un rechace de Dumic, el remate de Sergio Lozano cogió un efecto endiablado que Mackay, arquero local, sacó en la línea de gol. Una acción rápida y eficaz gracias a la claridad de Álex Valle en el carril zurdo. En la jugada posterior, el héroe fue Andrés Fernández, con una reacción fuera de lo normal, para sacar una manopla salvadora a remate de Mario Soberón. Era la segunda clara del Eldense ya que en el minuto 6 la tuvo Juanto Ortuño en asociación con Soberón y Joel Jorquera.

El Levante sufrió el balón parado de un exgranota

Los locales, que se están jugando la permanencia, tenían las cosas más claras con una combinación perfecta: la amenaza a balón parado con Marc Mateu, con siete asistencias antes de empezar el encuentro, y el trabajo incansable de Sergio Ortuño, que cumplía el centenario de partidos con el club de su vida. Al Levante le estaba costando mucho con balón, sin claridad en lo posicional, sin orden en ataque y a merced de un Eldense que ganaba todos los duelos. Aguantaba como podía y se seguía salvando.

Todo lo que tocaba Marc Mateu era peligro y en el minuto 27 ejecutó un saque de banda milimétrico a la cabeza de Timor, que se aprovechó de una mala salida de Andrés Fernández, que además chocó con Andrés García, y ahí apareció Jorge Cabello para solucionar el lío en el último suspiro. Y luego fue Soberón, quien ejecutó un trallazo tras una pérdida de Kochorashvili que se estampó contra el palo. A los granotas les estaba penalizando las pérdidas, muchísimas, y el Eldense mordía con una magnífica presión y generaba peligro.

Álex Valle, el mejor del Levante

El Levante despertó a fogonazos, sufría menos en las vigilancias e incluso pudo adelantarse en el marcador. Sobre todo cuando aparecía Carlos Álvarez y en una acción del andaluz, Oriol Rey obligó a Mackay a lucirse. Era el minuto 37 y tres después, en una perdida de Álex Bernal, Álex Valle apareció dentro del área y estrelló su lanzamiento contra el larguero. Aún más clara fue la que tuvo Dani Gómez, que en una acción defensiva espectacular de Marc Mateu y el egoísmo del delantero madrileño que debió asistir de primeras a Carlos Álvarez. Ese momento fue el detonante para no salir en la segunda parte como tampoco lo hizo Sergio Lozano. En su lugar, Felipe dio entrada a Fabrício y Bouldini.

Gol anulado a Bouldini, amarilla y sanción

Bouldini se hizo notar muy pronto y en el minuto 51 le anularon el que hubiera supuesto el 0-1 por un codazo que invalidó su testarazo a las mallas de Mackay tras un centro perfecto de Álex Valle. Era falta, pero no para ser amonestado, que además esa amarilla le supondrá perderse el encuentro de la próxima jornada el cumplir su segundo ciclo de amonestaciones.

La variante de dos puntas dio otro aire, pero no era suficiente porque el 0-0 no valía. Más orden posicional del Levante en el campo, pero sin deshacer el empate, sin encontrar de todo a Bouldini y Fabrício, y con un Brugué más desaparecido apareciendo desde la banda. Por dentro hacía mucho más daño, dejando todo el carril zurdo a Álex Valle. En el minuto 63, Carlos Álvarez lo intentó con un zurdazo precedido por una falta previa que reclamó el Eldense. Y más tarde volvió a intervenir Andrés Fernández para firmar otra estirada providencial ante Juanto Ortuño.

Pudo ganar cualquier en la recta final

El Levante fue creciendo con los pasos de los minutos, aunque no encontraba fisuras en un Eldense más cansado para pisar el área rival, pero concentrado para no quedarse de vacío y así dar un pasito más hacia la salvación. Ese último arreón ya fue con Pablo Martínez en el campo. Los granotas aparecían por las alas con Álex Valle y Andrés García, con Brugué y Carlos Álvarez en la sala de máquinas, pero en la última decisión, no acababan de amedrentar a Mackay y el empate seguía inalterable.

Un Levante más volcado en campo rival y un Eldense que lo buscaba a la contra y casi encuentra recompensa con un zapatazo de Mario Soberón que obligó a Andrés Fernández a firmar otro de sus vuelos salvadores. Y en la última acción del partido, Álex Valle apareció para salvar un punto insuficiente y un gol a Jesús Clemente que le hubiera dado al Eldense la salvación virtual.