Cada vez que un colegiado se lleva la mano a la oreja las alarmas se encienden en los estadios de los distintos equipos de Primera y Segunda división. Tanto jugadores, como cuerpo técnico y aficionados esperan impacientes cuál será la decisión definitiva del árbitro. Con más o menos polémica, toda la presión recae sobre el árbitro y la sala de VAR.
Bien se lo pueden preguntar al Sporting de Gijón este fin de semana. Fue el primer partido de liga con el VAR y trajo cola. La acción polémica del encuentro dejó mucho que hablar a la conclusión del mismo. La expulsión de Damián Pérez, a expensas de la corrección del sistema de videoarbitraje, no gustó en el vestuario rojiblanco.
Todo el mundo entiende que con las imágenes por delante no puede haber error, pero en ocasiones las condiciones con las que se cubre un partido u otro varían de manera considerable y el margen de error se amplía. Según desvela La Voz de Galicia, todos los encuentros no son cubierto de la misma manera. En función de la categoría que obtenga el partido tendrá unos medios u otros.
Los partidos de LaLiga Santander se reparten en cuatro categorías, elegidas entre la competición y Mediapro. En primer lugar está la categoría AA, la de mayor categoría y que abarca encuentros de mayor trascendencia como un Clásico. En este caso cuentan con un dispositivo de más de 30 cámaras. En el siguiente escalón están los partidos de categoría A -se utilizan 22 cámaras- y le siguen los de categoría B -con 17 cámaras-. Por último, está la categoría C con 14 cámaras.
Si la diferencia en un partido de Primera división puede tener una diferencia tan abismal, de 30 cámaras que tiene la categoría AA a las 14 cámaras que tiene un partido de la categoría C, la diferencia se amplía aún más con los encuentros de LaLiga SmartBank.
En Segunda división los partidos se dividen en dos categorías. La categoría D cuenta con 10 cámaras mientras que la categoría E solo cuenta con ocho cámaras. Y en función de las cámaras que tenga cada partido, se determina el número de operadores que acompañan a los colegiados en la sala VAR.
Cuando Mediapro realizaba el servicio -según la citada fuente- si el número de cámaras era inferior a 12 cámaras había un operador, mientras que si existía entre 12 y 24 cámaras había dos y si el número de cámaras superaba las dos docenas había tres.