

El Cádiz respira y se pone en manos de los rivales directos

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Los locales fueron capaces de sacar adelante un partido clave para seguir con vida
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Los locales no ganaban desde finales de marzo cuando se impusieron al Granada
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La ansiedad atenazó a los locales ante un Getafe que fue a más
Ganar y rezar. Eso es lo que tenía por delante el Cádiz en una jornada en la que podía descender virtualmente. Ha cumplido con su parte, sacar tres puntos y hora necesita que Celta y Rayo Vallecano pinchen. Y mirando de reojo a Las Palmas, próximo rival en casa.
El Cádiz jugaba contra el Getafe y contra su propia ansiedad. El ambiente de crispación contra el presidente era constante, pero los jugadores amarillos se aislaron para ir a por el partido. Se veía desde el inicio que era un partido ganable porque el rival no parecía el equipo sólido de otros días.
Tras varios intentos con más corazón que cabeza, se adelantaron los amarillos al transformar Alcaraz un penalti pasada la media hora. Los gaditanos no se ponían con ventaja desde finales de marzo, algo prohibido para un equipo que aspira a quedarse en la máxima categoría.
Con el paso de los minutos, el Getafe fue dando pasos adelante a base de cambios y empezó a tener el balón. El Cádiz, preso del pánico por no ganar un partido que tenía de cara, se fue metiendo atrás y eso provocó que el tramo final del encuentro fuera otro drama para los gaditanos. Sufriendo hasta la extenuación para que no se escapara la victoria.